EL JUGADOR DE ORO DEL DOMINGO

Eduardito, El Profesor, hace un par de meses estaba casi desahuciado para la práctica del balompié debido a un colapso integral de sus huesos y articulaciones: tenía una rodilla destrozada, la cintura pulverizada, la espalda disgregada y además no podía largar el faso. Hoy está casi recuperado y nos regaló un partidazo que coronó con un tremendo gol cabeza, impactando la pelota con el varietal izquierdo. Por ello queda consagrado como el jugador de oro del domingo. Profesor: ¡diste una clase de fútbol!

CONFLICTO EN CIERNES

La vedette Silvina Escudero participa de un concurso de baile que forma parte del programa Showmatch conducido por Marcelo Tinelli. Una de las integrantes del jurado, la actriz Graciela Alfano, que debe calificar su performance, es la ex pareja de su novio, el joven conductor y actor, Matías Alé que, a su vez, también participa en el certamen. Estos hechos no deberían ser dignos de preocupación si confiamos en la natural templanza e imparcialidad que son materia primordial para que el juzgador asegure el mantenimiento de la equidad. Se comenta en algunos círculos que a la jurado Alfano, que alguna vez fuese dirigida en cine por Manuel Antín, no le gustó que su ex novio rescindiese cierto pacto no escrito por el cual ella debía ser la primera en vincularse a una nueva pareja y, en consecuencia, también la primera en publicarlo. Matías Alé, siempre según esta especie no confirmada, dio a conocer su nueva relación con la Silvina Escudero antes de que su ex pareja pudiese establecer el nuevo lazo sentimental, tal como habían acordado, y se especula con que ésa es la razón por la cual la señora Alfano quedó sumida en una bruma de rencor y resentimiento que acaso habrán de guiar sus pasos futuros. En la emisión del día martes, Marcelo Tinelli, en un diálogo previo a la actuación propiamente dicha, le preguntó a Silvina Escudero por su pareja, y ella contestó, entre otros halagos y dingolondangos, que Alé era un bombón. La señora Alfano, a modo de confirmación de la ojeriza presuntamente originada en aquel incumplimiento, dijo: esperá que pasen diez años y después me contás. Alé se sintió notoriamente adolorido por los desaires de su ex mujer, según confesó al día siguiente en un programa de informaciones del espectáculo, y aprovechó la oportunidad para mencionar cuestiones que seguramente mantuvo calladas desde hacía mucho tiempo, referidas en su mayor parte a penurias que se vio obligado a tolerar durante su concubinato con Graciela, como ser la prohibición de trabajar bajo la amenaza de ruptura del matrimonio de facto. El actor y conductor asimismo puso de manifiesto, sin detallarlas, las buenas acciones que había tenido para con los hijos de Graciela Alfano. Terminó sus lamentos con voz quebrada, ésa que se aflauta cuando la pena hace cabecera de playa en la garganta. En el show del día jueves la veterana actriz Alfano le reprochó a M. Alé la omisión de llamarla cuando su hijo sufrió un grave accidente en México. El joven entretenedor Alé replicó que eso no era cierto, que sí le había telefoneado, mientras que la contrarréplica de ella fue que había recibido un telefonema, en efecto, pero en ocasión de su cumpleaños. Matías volvió a reivindicar lo mucho que él había hecho por los hijos de Graciela y la gola una vez más se le afinó como prueba inapelable de su genuino sufrimiento. En todo momento Graciela Alfano mostró una actitud casi humillante hacia la novia de Alé. Silvina Escudero, es justo mencionarlo, mantuvo siempre una correcta actitud de distanciamiento, a excepción de algún que otro mohín que se generaba espontáneamente ante algunas afirmaciones controvertidas de la actriz.
El tema promete una segura continuación al que sólo la reflexión, la continencia, la meditación propicia para un examen de conciencia, en fin, la mesura de los espíritus, lograrían ponerle pronto coto. Pero hay cientos de familias que viven de ello.

Luego de la lectura de las 94 páginas del fallo A.891.XLIV emitido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en “Arriola, Sebastián y otros s/causa nº 9080” permítaseme enunciar algunas consideraciones:
La decisión del Tribunal Supremo deja atrás definitivamente la doctrina establecida en el caso Colavini. Ariel Colavini era un vecino de mi barrio a quien algunos llamaban el petiso. Fue detenido durante el gobierno militar por tenencia de marihuana. Quedó preso como que hay un Dios. Merced a sucesivas apelaciones al fallo, que consideraba al petiso un delincuente sólo por tener un porrito, el caso llegó a la Corte Suprema que confirmó lo resuelto en primera instancia. Era el año 1978, época de la usurpación de Videla (no la llamo presidencia ya que técnicamente no lo es, a la presidencia de la Nación sólo se puede acceder mediante el voto o por las otras formas establecidas en la ley de acefalía. Lo dice la Constitución). Colavini perdió. Tiempo después moriría en un célebre motín en la cárcel de Devoto en donde estaba preso, pero por otra causa.
Años después fue procesado el gran guitarrista Gustavo Bazterrica, quien formó parte de la banda Los abuelos de la Nada, y cantaba “no se desesperen, loco, todo va a andar bien”. La razón fue porque tenía yerba de la buena en su casa. Así es, las fuerzas del orden se metieron adentro de su casa. La Corte, agotadas las instancias previas, hubo de decidir y finalmente estableció que la tenencia de marihuana para consumo personal no constituía delito. El abuelo se salvó. Ya estábamos en democracia.
Hubo otro caso que quedó en los anales de la historia judicial como El caso Montalvo en donde nuevamente el Máximo Tribunal se abocó a juzgar si tener hierba como para armar unos pocos petarditos felices (en el caso una bolsita con 2,7 gramos) constituía delito, o era apenas la travesura de un pelotudito que se había dejado agarrar. Hablamos de la corte donde estaba nazareno, el amigo de menem, todo con minúsculas. Esta corte de méndez estableció que sí, que era delito, igualito a como habían fallado durante la dictadura, y el pobre Montalvo perdió. Años de menem, el gran liberal...
¿De qué se trata el nuevo caso por el cual la Corte Suprema de Justicia de la Nación emitió su fallo plenario del 25 de Agosto del corriente, es decir, ayer?
En la esquina de Forest y México, en Rosario, provincia de Santa Fé, cinco chicos re-locos fueron detenidos por portar, algunos en el bolsillo delantero izquierdo y otro en el bolsillo lateral derecho, cigarrillos de marihuana de peso y cantidad variable ( 0,31 gramos, 0,29, 0,26, 0,27 y 0,25) Algunos tenían tres charutitos (¿fiesta?) y otros tan solo uno (¿escuchar música?) Un par de ellos guardaba el orégano en paquetes de cigarrillos que arrojaron a la calle prestamente pero la policía los pilló. Una vez atrapados, el proceso judicial siguió las instancias clásicas que las apelaciones activan hasta llegar a la Corte Suprema, la de Petracchi, la señora Argibay, Zaffaroni y otros. Ellos, por unanimidad, decidieron aplicar la doctrina establecida en el caso del guitarrista de los Abuelos y despenalizar la tenencia de estupefacientes para consumo personal pues lo contrario sería violatorio del artículo 19 de la Constitución Nacional.
Ahora vamos a empezar a escuchar en muchos lugares que la Corte legalizó las drogas, así de sencillito, masticado y mentiroso. No se desesperen, locos, todo va andar bien. Lo único que la Corte Suprema de Justicia de la Nación dice es que en tu vida y en tu casa no se puede meter nadie. Y eso lo aprobaría un arco ideológico tan abarcador como el que va de Feinman a Feinman

Se hace acreedor al galardón por su actuación del domingo (ayer). Lo pusieron como mediocampista y cumplió a la perfección: corrió, jugó, tiró paredes, ayudó en defensa, distribuyó, alentó al compañero, lo repudió (y con te también) cuando se equivocó, se sumó al ataque y convirtió los dos goles de su equipo. Qué más. Julito, eres el jugador de oro del domingo. Y ahora vaya a bañarse. No se me enfríe.

Aclaración: la foto de Julio no es muy reciente.

DOMINGO SIN FUTBOL

No hablo del fútbol profesional que, más temprano que tarde, ha de regresar y mejorado, esto es, sin el pollo Vignolo. Hablo de mi modesto fulbito del club, el que me hace repetir el rito cada mañana dominguera cuando me levanto al rayar el alba y comienzo a preparar meditadamente el bolso: estas medias… ah, no… tienen más papas que un campo en Balcarce. Pero no las pienso tirar porque con ellas jugué aquel partido en el que convertí el gol que significó... No me quiero emocionar. Aquí van los pantaloncitos como los que usó Caniggia en el mundial del 94. ¿Por qué los voy a tirar si están impecables?; los botines negros…negros, qué antigualla, la crema para curar a los caballos, el champú del bueno que le robé a mi esposa. Que no proteste porque es un bien ganancial. Y así salgo de mi casa, silbando una tonadilla de Horacio Aschieri, y llego a la asociación de fomento que llamamos club. Me siento en el banco de suplentes para leer el diario, van llegando los muchachos y empezamos a los besos. Hoy la lluvia impide todo eso, el field está embarrado y podríamos hundirnos en sus miasmas (ver foto). La pelota no se mancha dijo el estúpido de Diego (ojo, no es un insulto, digo estúpido por el alto consumo de estupefacientes que lo entretuvo durante tanto tiempo). Me quito las medias empapadas (llenas de papas), la casaca de Barcelona de cuando jugaba Hristo Stoichkov y me vuelvo a la cama. Mi mujer siente una mano hurgadora en un día y hora no habituales. Intentaremos ser felices por otros caminos.

ENSAYO SOBRE LA VISION

En las fotografías familiares vemos delante de fondos diversos a personas envaradas y rígidas obedeciendo el mandato ancestral de sonreír aunque duela. A veces, no sólo por la visión de los rostros sino también por la actitud corporal, puede escudriñarse algo más profundo que una simple puesta en escena para la posteridad y a ese algo le llamaremos El Alma. Eso puede conmover. Algunas etnias sostienen que la cámara fotográfica te la chupa (al Alma), yo creo que, antes bien, el dispositivo está capacitado para sacarla a la luz y dejar que nosotros la percibamos. Pero luego El Alma regresa al lugar en donde mora (nuestro interior) como cuando sacas una fotocopia y luego devuelves el documento original a su archivo. Esto puede suceder por la pericia del fotógrafo (el reportero gráfico, aunque tiene la ventaja de trabajar en medio de eventos en los que las emociones están en flor), pero en muchas otras El Alma sale en la foto por una accidental captura sobre quien no estaba preparado o no le habían avisado que mirara el pajarito. Esa espontaneidad del fotografiado sobrecoge cuando se pudo captar El Alma que, como se sabe, es el yacimiento natural de nuestras emociones. Los grandes artistas de la fotografía ganan premios, fama y dinero por el mérito de haber retratado no tanto cuerpos o sonrisas sino por haber captado con su disparo la esencia de las personas, sus emociones profundas, sus íntimos pesares, bien que a veces les sale por casualidad. Así ocurre con la foto (arriba) del chico en la cascada de Olaen, en La Falda, Provincia de Córdoba. Ese muchachito, por alguna razón que nunca sabremos, sufre. El reverso de la foto lo confirma por si hiciese falta: alguien anotó que estaba “alunado”. Uno se conduele con ese chico que tiene una pena cuya dimensión sólo es mensurable por el propio “alunado”, pero la pena está allí. En la foto de abajo se ve a una niña mostrar a puro puchero su enojo, que confirma apartándose de la línea de sonrisas. En su carita pícara se sospecha el origen del enfurruñamiento: un capricho no satisfecho. No hay pena sino, más bien, enfado. Es cierto que nos compadecemos un poco menos de su tribulación porque no vemos desconsuelo. A mi hermanito, hace más de cuarenta años, le pegué un castañazo en la espalda y, cuando él chiquitín entró a la casa para formalizar la denuncia ante nuestra madre, alguien lo fotografió mostrando su llanto desconsolado por el dolor físico (creo que le pegué fuerte). Hoy no quisiera ver esa foto, que debe pervivir en algún álbum familiar. El dolor está tan patente en esa instantánea que, si la volviese a ver, me iría corriendo a casa de mi hermanito y le pediría perdón.

EN EL LUGAR DE LOS HECHOS. TERCERA ENTREGA

SUMO

Fui cofundador y copropietario del pub Caroline donde debutase la legendaria banda Sumo de Luca Prodan. Hoy el lugar es un oscuro ciber-algo donde nuestra juventud pasa momentos de sana algazara. La histórica noche de la presentación del grupo, con su formación original que incluía a una baterista llamada Stephanie, fue memorable en lo artístico y en lo comercial: vendimos tanta cerveza como cualquier pueblo de Munich durante la Oktoberfest, por ejemplo Ludwigvorstadt. El sonido de la agrupación polifónica de Hurlingham fue poderoso como una descomposición de núcleos atómicos cuando son bombardeados por neutrones. Las botellas clonadas por el espejo tintineaban y se chocaban en salvaje pogo, las paredes temblaban, se caían los cartelitos de pida tostados, los pisos vibraban, los techos despedían yeso como si fuese polvo para hornear (Royal). La policía llegó más rápido que los bobbys cuando The Beatles tocaron en la terraza de los estudios Apple, en la calle Saville row número 3. Los cobanis nos pidieron los papeles. De la habilitación, digo. Finalmente se fueron satisfechos con un par de cocas. Cola, digo.

ABBEY RO

Se cumplen cuarenta años del lanzamiento del disco Abbey Road de Los Beatles. Mi dulce ahijadita Rocío se sacó la clásica foto en la cebra peatonal. ¿No es lovely?

Este capítulo forma parte de la sección "En el lugar de los hechos".

THE FACE OF THE MAN

Pasados los cincuenta años el hombre se convierte en un ser melancólico, abatido, agobiado por el hartazgo (o harto por el agobio), pocas cosas le llaman la atención o logran sacarlo de ese sopor aburrido que pareciera constituir su estado natural. Una de esas contadas cosas es la práctica del fútbol. Cuando el objeto de nuestro estudio (cincuentón) se junta en grupo para un banquete (el clásico asado de camaradería), esa reunión apenas le sirve para alterar mínimamente la rutina, pero la alegría, lo que llamamos en puridad alegría, llega en cuentagotas. Cerca de las once de la noche el tipo comienza a mirar el reloj, a disimular los bostezos y se dirige al piletón a lavar su plato y sus cubiertos para la retirada. En cambio, cuando el fútbol está presente o próximo en el tiempo, quiero decir, cuando acabamos de jugar un partido o estamos en vísperas de su disputa, al día siguiente a la mañana, por ejemplo, contra los amigos del representativo uruguayo, los rostros cambian, las sonrisas asoman, las risas resuenan, los abrazos estrechan. Para dar sustento a estas afirmaciones me baso en los estudios científicos del célebre psicólogo estadounidense Paul Ekman (n. 1934 ), y sus exhaustivas observaciones sobre las expresiones faciales, brillantemente expuestos en obras tales como: Unmasking the Face- Emotions Revealed: Recognizing Faces and Feelings to Improve Communication and Emotional Life (Times Books, 2003); Telling Lies: Clues to Deceit in the Marketplace, Politics, and Marriage; What the Face Reveals (with Rosenberg, E. L., Oxford University Press, 1998); The Nature of Emotion: Fundamental Questions (with R. Davidson, Oxford University Press, 1994); Darwin and Facial Expression: A Century of Research in Review; Facial Action Coding System/Investigator's; Why Kids Lie: How Parents Can Encourage Truthfulness; Handbook of Methods in Nonverbal Behaviour Research*.
Basta ver las jetas de los señores en ambos paneles fotográficos para diferenciar sin mayor esfuerzo a aquellos que están disfrutando de los que, según la célebre clasificación de las emociones que Ekman describe en su obra, están sufriendo alguna especie de tristeza, miedo, ira o repugnancia. Y la diferencia la hace un modesto partidito de fútbol.

*Si la lectura de los textos arriba citados os resultara pesada, entonces vean la serie Lie to me protagonizada por el gran actor Tim Roth.

EN EL LUGAR DE LOS HECHOS

Esta es mi amiga Ana que un día, agobiada por la marcha un tanto incierta de nuestro país, se fue a vivir y trabajar a una de las Islas Canarias. Allí la sorprendió la crisis global y como no hay posibilidad, por ahora, de emigrar hacia otros planetas, de momento permanece en la ínsula. Por lo menos allí tiene playas, sol y mar, como el que vemos a sus espaldas, iluminado por el ocaso. Ese es el lugar exacto donde en 2006 sufrió un terrible accidente nuestro compatriota Miguel Angel Solá. El actor visitaba la Gran Canaria junto a su esposa y fue a nadar pero lo aplastó una ola gigantesca de cinco metros que le desgarró la médula y lo dejó paralítico. El artista salvó la vida cuando unos jóvenes bañistas lo rescataron.

LALO NO AFLOJA

Resulta que Lalo se enojó con el doctor Vargas y lo mandó a la RPMQLP, con posterior invitación a pelear. Y todo por un supuesto foul que no fue ( el segundo de los nombrados impactó involuntariamente con su Sacachispas sobre el Fulvence del primero.) En posterior jugada, el doctor pechó a Lalo pero en acción viril. Para qué. Lalo se puso como néstor con massa en las últimas elecciones. El doctor Vargas, a quien así llamamos, porque hasta hace un tiempo era un carnicero implacable que pegaba a mansalva y sin piedad, un día se consagró en ocasión de un partido contra Uruguay, y sin pegar una miserable patada. Desde ese momento es casi un monje palotino, un misionero jesuita, un rabino Bergman, por lo que la acusación, la mandada a la RPMQLP y el convite a piñas por parte de Lalo resultaron injustos y sin fundamento. Por todo lo expuesto vayan dos hermosos puntitos para Lalito que alcanza la tercera posición en nuestro apasionante torneo de nerviosos.