jueves, septiembre 20, 2007


Viajo con mi señora a San Martín de los Andes gracias a un premio que gané en un concurso literario. Mi jefe, al final, no me pagó lo que me debe. No importa. Sé que por allá crecen unas florecillas silvestres llamadas amancay y mutisia. Me queda por averiguar si son comestibles.

lunes, septiembre 17, 2007



¿SON LOS "ASAMBLEÍSTAS" DE GUALEGUAYCHÚ LAS F.A.R.C. ARGENTINAS?


Nuestro plantel futbolístico de los domingos a la mañana tiene un problema. Si esto se lo estuviese contando a un amigo que se llamase, por decir un nombre elegido al azar, Justo Daract, le diría: Justo, tenemos un problema. En Noviembre debemos viajar a Uruguay pero no sabemos si los “asambleístas” nos dejarán atravesar la frontera argenrtino-uruguaya. Uno de los integrantes de nuestro grupo se comunicó telefónicamente con la “asamblea” de Gualeguaychú y allí un representante de su “órgano ejecutivo” le recomendó que presentasemos una nota solicitando el paso libre y enumerando las razones que justificarían la emisión del salvoconducto. Saltó otro de nuestros compañeros, que es abogado y dijo, con el rostro asaz arrebolado a causa de la presión sanguínea:
-¿Razones? ¿Y cuáles serían las razones que hay que darles a esos delincuentes?
-Yo pensé poner razones deportivo-culturales –dijo el propulsor de la iniciativa-.
-¡De ninguna manera! Qué tenemos que andar pidiendo permiso a una mafia. Que eso es y no otra cosa. Una organización que se forma para cometer delitos, en este caso, impedir el tránsito de los ciudadanos y su derecho a entrar y salir del país. Ese derecho lo garantiza la Constitución, no esos sinvergüenzas. Artículo 22, abro comillas: "El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de éste, comete delito de sedición". Cierro comillas. Si el gobierno deja que dentro del territorio nacional exista una organización ilegal que se mueva con sus propias leyes no seremos nosotros quienes le hagamos el juego. Si Kirchner deja que existan en el país zonas liberadas como tienen las FARC en Colombia, es decir donde no entra la cana ni la gendarmería ni el ejército, en fin, que no nos garantiza el ejercicio de los derechos que consagra la constitución, no vamos a ser nosotros los que le vayamos a pedir por favor, ¡qué por favor ni por favor! Tengamos dignidad, mierda. ¿O vamos a hacer como el gobierno que le pide a Fidel Castro que deje salir del país a una anciana para visitar a sus hijos, chupándole las medias en forma escandalosa? No y no. No hay que pedir nada, hay que exigirle a Fidel que se atenga a cumplir con las leyes internacionales y que si la vieja no cometió ningún delito, está obligado a dejarla salir de la isla. A los delincuentes de Gualeguaychú lo mismo. Si queremos mandarles una nota, que diga que es su obligación dejar libres las rutas y cumplir la ley.
Cuando el doctor se retiró, algunos comenzaron la redacción:
“…Conscientes somos de la lucha heroica que libra el pueblo en Gualeguaychú en pos de un futuro sano para sus hijos y nos solidarizamos desde nuestro corazón de argentinos con esos bravos entrerrianos que…”

ANEXO REVELADOR
PRUEBA IRREFUTABLE DE QUE LAS RAZONES QUE INTENTA DAR BOTNIA PARA LA INSTALACION DE SU PLANTA SON IMPOSIBLES DE ENTENDER:

Miksi Uruguay?
Hyvälaatuisen raaka-aineen saatavuus
Fray Bentoksen tehdas tarvitsee vuosittain noin 3,5 miljoonaa kuutiota puuta, ja hyvälaatuisen raaka-aineen saatavuuden varmistaminen on yksi tärkeimmistä perusteista sellutehdasinvestointia harkittaessa.
Botnian tytäryhtiö Forestal Oriental on yksi Uruguayn suurimmista metsänomistajista. Yhtiö on eukalyptuksen viljelyn ja jalostuksen edelläkävijöitä. Noin 70 % tehtaan puun tarpeesta tulee yhtiön omilta, FSC-sertifioiduilta viljelmiltä ja loput yksityisiltä maanomistajilta pitkäaikaisilla sopimuksilla.
Uruguayn valtio on tukenut viljelymetsien perustamista jo useita kymmeniä vuosia tavoitteenaan edistää joutomaiden hyötykäyttöä sekä maaseutualueiden työllistämistä. Uruguayssa maat on luokiteltu erittäin tarkasti, eikä esimerkiksi viljan viljelyyn hyvin soveltuvia alueita voida käyttää eukalyptuksen viljelyyn. Viljelykelpoisesta maa-alasta on kuitenkin tällä hetkellä plantaasikäytössä vasta erittäin pieni osa. Uruguayssa on erinomaiset sää- ja ilmasto-olosuhteet nopeakasvuisen eukalyptuksen viljelylle.
Poliittista, taloudellista ja lainsäädännöllistä vakautta
Uruguay on poliittisesti erittäin vakaa maa, ja sen hallitus suhtautuu erittäin myötämielisesti ulkomaisiin investointeihin. Maan omistussuhteet ovat selkeät ja lainsäädäntö kehittynyt. Lisäksi Uruguayssa on hyvä perussosiaaliturva sekä erittäin korkeatasoinen koulutusjärjestelmä, mikä takaa hyvän ja pätevän työvoiman saatavuuden.
Miksi Fray Bentos?
Sellutehtaan sijainnin valinta edellyttää erittäin laajaa ja monitahoista tutkimusta. Fray Bentos on sijainniltaan erinomainen, kun otetaan huomioon kaikki eri osa-alueet, kuten esimerkiksi ympäristönäkökohdat, puuraaka

viernes, septiembre 14, 2007





Un asado entre los muchachos del equipo de veteranos pregerontológicos de AFAP. Uno de ellos, que trabaja en una editorial, distribuyó entre los asistentes revistas con retratos de mujeres desnudas, lo cual para los más jóvenes y entusiastas –quedan pocos- tuvo propiedades de aperitivo (con fernet puro).


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Se trató un tema de la mayor importancia como es el viaje que realizaremos a la República Oriental del Uruguay para jugar un partido contra un equipo uruguayo de la misma categoría (baja). Se proponen medios de transporte pero sobrevuela el conflicto con la compañía trituradora de eucaliptus finlandesa Botnia y la posibilidad cierta de que los “asambleístas” entrerrianos de Gualeguaychú interrumpan el paso por la frontera y no podamos llegar al hermano país. Qué prueba interesante para nuestra conciencia ecológica o, cuanto menos, para manifestar alguna solidaridad con nuestros hermanos mesopotámicos. Ni uno pasó la prueba. El vino está correcto y la ruptura de la rutina semanal agrega un ingrediente de euforia que malogra el tratamiento serio del tema. Finalmente se decidió que el viaje se realizaría en buquebús, micro o automóvil. Pareció una reunión de comisión en alguna de nuestras Honorables Cámaras. Esto es, no se decidió nada.
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Algunos le preguntan a uno de nuestros compañeros, que supo otrora practicar rugby, aspectos de la participación de nuestros Pumas en el mundial de Francia. Pero casi no lo dejan hablar. Opinan quienes apenas vieron una pelota ovalada el día en que su coche accidentalmente pisó la número cinco de su hijo. Pero todos aportan lo suyo. Así somos los argentinos, siempre hablamos de lo que no sabemos. Así nos va.

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Y los chistes. Ah, los chistes. ¿Para qué existen las personas que cuentan chistes? El contar chistes es un arte para pocos. Pero hay gentes con alta autoestima que, sin que nadie se lo solicite, se largan impunemente a contarlos. Uno de ellos, el asador, gusta mucho de contar chistes. Pero es muy malo. Chistes malos y mala manera de contarlos. Pésimo coctel. Landriscina contaba malos chistes pero los contaba bien, entonces te reías durante el transcurso del relato, aunque no tanto con el remate. El último recurso para la risa franca ante un chiste malo mal contado es que algunos achispados se rían con ganas, lo que provocaría el efecto contagio, si es cierto que la risa es contagiosa. Pero no fue éste el caso. Nuestro asador cuenta mal malos chistes* y las risas son escasas y falsas. Uno al final se fatiga de la benevolencia que supone simular una risa ganosa como la de los reidores de la televisión. A ellos al menos les pagan. Tampoco uno va a decir como cierto comensal, de los más viejos:
-Por escuchar estas boludeces me estoy perdiendo Bailando por un sueño.

*Un señor le propone a una señorita el pago de determinada suma en moneda nacional si ésta accede a realizar cierta acción. Como la señorita, en un principio se negara, el ofertante aumenta la promesa dineraria hasta que ella, por fin, acepta. Pero el hombre comienza a realizar acciones distintas a aquella por la cual había prometido remunerarla con justo emolumento. Ante el pertinente reclamo de la señorita él manifiesta: es que eso es muy caro.

viernes, septiembre 07, 2007

YO ACUSO : MI JEFE ME DEBE PLATA



Mi jefe me debe plata. Exactamente $ 7.365. Para algunos puede parecer una nadería. Para mí es una todería. Lo encaro a Arizmendis.
-Roberto, me debe $ 7.365 y los necesito ahora.
El martillero pone cara de extrañeza y su gesto parece el de alguien que está oliendo cuerpos en descomposición.
-¿Tanto? No puede ser.
-Si.
-No puede ser.
-Si. Son todas ventas y alquileres que se hicieron en la inmobiliaria y no las terminé de cobrar. Acá está todo anotado: de la venta de Pitrulowsky cobré sólo el veintiuno por ciento, de la venta de Rúfolo, el treinta y cuatro por ciento, del alquiler de…
-Pará, pará.
Ahora pone cara de ofendido ¿De ofendido? En efecto. Muchos deudores se ofenden cuando sus acreedores pretenden cobrarles. Primero la negación: "¿Tanto? No puede ser." Después se ofenden. ¿De qué se ofenderán? Quizá porque piensan que la gente que trabaja para ellos lo hace por amor, y pedir lo que les corresponde les suena a “ya no te quiero como antes cuando no te reclamaba nada”.
Arizmendis indignado me dice:
-No podés venir a pedirme plata cuando hace dos meses que no se vende nada. Vos sabés que la guita que entró en este tiempo no alcanza ni para salvar los gastos.
-Pero yo le estoy hablando de un dinero que ya se cobró.
-¿Sabés cuánto pagué de avisos este mes?
-Pero yo…
-Bueno, está bien, está bien. Sacá trescientos pesos del alquiler de Urtazún.
-Pero ese dinero no es suyo, además la deuda es de siete mil…
-Pará, pará. Si querés plata, es el único lugar donde hay. Agarrá de allí que después yo me arreglo…
-No, Roberto, si viene Urtazún y no está su plata se pudre…
-Bueno, Julio, si tenés tantos pruritos... Plata no tengo, qué querés que haga.
-Pero yo…
Recordé las palabras de Mariana, mi mujer: YO NO ME CASÉ CON UN PUSILÁNIME
-Es un dinero que me pertenece, Roberto –insistí-. Si estuviera tan mal de plata, como dice, no le hubiese comprado un auto a su mujer…
Arizmendis enrojece y las aletas de la nariz se le dilatan, dejando ver en el interior una profusa población de pelos y mocos cristalizados.
-¡No me faltés al respeto! –llega Urtazún- ¡Urtazún querido! Vení, pasá, campeón. Julio, pedite café…
Este tipo de conferencias culminan cuando llega un cliente. Es difícil barruntar cómo ni cuándo continuará la escena. En el sketch de Pérez, del gran Alberto Olmedo, el pobre empleado sometido le entrega su propia cama al jefe y tiene que dormir en la bañera. Yo no hice tanto, apenas ayudé a Arizmendis para que le comprara un coche último modelo a su señora.


jueves, septiembre 06, 2007


EL CREIBLE JULIO

No soy yo cuando me enojo dice el doctor David Banner. Es una advertencia. Y si lo calientan, el bueno de Bixby poco a poco comienza a ponerse verde, gordo y a romper camisas y pantalones que se desgarran como si fueran de papier maché. Cuando yo me caliento no me convierto en el Increíble Hulk ni dejo de ser el Creíble Julio, que suena parecido. Yo no puedo andar rompiendo ropa porque está recara (los precios de la vestimenta están subiendo más de lo que dice el Indec, casi podría jurarlo). Mi ira se manifestó con una negativa a ejecutar trabajos ordenados por mi superior jerárquico, el hijo de puta del señor Arizmendis. ¿Y por qué mi ira? Porque no me paga lo que me está debiendo desde hace meses. Y no sólo eso, su mujer se aparece en la oficina pavoneándose con el auto cero km que le compró su Roberto. Eso me rebeló. Y mi rebelión modesta fue decirle a mi jefe ahora no puedo cada vez que me mandaba a hacer alguna cosa. El martillero se cansó de mis ahora no puedo y me mandó a la mismísima mierda (leer la entrada anterior que está de fábula) y yo estuve un día sin pisar la oficina. Dentro de poco viajo a San Martín de Los Andes y eso mi jefe todavía no lo ha podido digerir. ¿No es impolítico exigirle ahora el dinero que legítimamente me corresponde?
-¡No! ¡Impolítico las pelotas! -me gritó Mariana, mi mujer-. Vos le exigís ahora el dinero y le avisás que el 20 te vas a San Martín de los Andes. No podés ser tan pusilánime. Yo no me casé con un pusilánime.
Tiene razón, pero para salir del paso le dije que cada vez que pronunciaba el adjetivo pusilánime me acordaba del buen mediocampista Lucas Pusineri.

sábado, septiembre 01, 2007

BARTLEBY Y JULIO

Hay lecturas que nos conmueven, que alteran nuestra manera de ver el mundo y a los que en él moran, relatos que dejan en nosotros un sedimento que transforma nuestra inestablemente equilibrada realidad apenas practicamos una ligera sacudida, como un domo de nieve que obnubila la visión del paisaje tan pronto lo agitamos.
De qué diantres estoy hablando se aclarará una vez que haya referido esta sencilla anécdota: Arizmendis me pide que redacte un boleto de compra-venta. Le digo que ahora no puedo. El extraordinario escritor estadounidense Herman Melville (1819-1891) dio a conocer en el año 1856 su inmortal obra Bartleby el escribiente. A la orden de su empleador, un abogado de New York, de que copie cierto documento, Bartleby contesta: Preferiría no hacerlo (I would prefer not to). Arizmendis insiste: hay que preparar el boleto ahora porque se firma la tarde.
-Ahora no puedo (Preferiría no hacerlo) –le digo.
Arizmendis simula no haber escuchado y cambia la orden por una más insignificante:
-Llamá al bar para que traigan café.
-Ahora no puedo (I would prefer not to)
-Te volviste loco, Julio, ¿qué carajo te pasa? Dale, agarrá la computadora y hacé el boleto.
-Ahora no puedo (Preferiría no hacerlo-I would prefer not to).
Arizmendis parece darse por vencido.
-Bueno, alcanzame el título de propiedad que lo hago yo.
-Ahora no puedo –le contesto. Bartleby dijo: preferiría no hacerlo-.
Como en el conmovedor cuento de Melville, Arizmendis parecía haberse “convertido en una estatua de sal”, tal su anonadación ante mis reiterados ahora no puedo. Igual que el jefe de Bartleby, el mío pretendía explicarme que sus solicitudes "estaban de acuerdo con la costumbre y el sentido común", vamos, que no me estaba pidiendo nada desdoroso.
-Si, pero ahora no puedo (que es como decir preferiría no hacerlo-I would prefer not to) –le contesté-.
Arizmendis estaba colorado como un tomate Pena. Primero se tomó el pecho, luego me mandó a la mismísima mierda.
¡Oh Julio! ¡Oh Humanidad!

Hay días en que me veo como si tuviera la figura de Bartleby: “pálidamente pulcra, lamentablemente decente, incurablemente desolada”.


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