martes, enero 12, 2010

El presidente y la vicepresidenta Kirchner están en desacuerdo con algunos aspectos de las dictaduras, como ser el avasallamiento de los derechos humanos, sin embargo concuerdan entusiastamente con otras modalidades propias de los gobiernos de facto a los que emulan escrupulosamente (o inescrupulosamente). El dictado de decretos es el modo en que se valen los gobiernos no constitucionales para establecer las conductas que deben seguir los ciudadanos. Y ello es porque han suspendido la actividad del Congreso de la Nación que es el poder del estado a quien le corresponde naturalmente el dictado de las normas. Pues, presidente y vicepresidenta, si bien existe nominalmente un Congreso, me refiero hasta principios del 2010, después no sé, dictan normas de hecho sin acudir al Poder Legislativo ni siquiera como órgano consultivo. Que esa es la función que cumple el Parlamento en orden a proceder o no a la remoción del presidente del Banco Central de la República Argentina. El propio jefe de gabinete dice que no es vinculante la opinión del Congreso. Pero eso no lo exime de seguir los procedimientos que establecen las leyes. Ya sabemos, Aníbal, que no te interesa ninguna opinión que no sea la de tu patrón. Pero en materia de pago de la deuda externa vayamos a la Constitución, dejemos de lado por un momento las leyes, la carta orgánica del Banco Central y los decretos de necesidad y Urgencia (DNU). Centrémonos en La Carta Magna , que está por encima de todas aquellas normas inferiores. Allí se establece expresamente que todo lo concerniente al pago de la deuda externa debe ser arreglado por el Congreso. No hay media biblioteca que dice una cosa y la otra mitad, otra, como se dice en forma de salomónico lugar común. Eso lo dice la Constitución, o sea, la biblioteca entera.

martes, enero 05, 2010



TE RECOMIENDO EL TAPER



Ella me conoce todo, no necesito decirle nada: toma el plato decorado con papás noeles fustigando salvajemente a sus renos y en segundos vuelve con la falsa langosta, el vittel thoné, el chancho y la ensalada rusa. Como para empezar. La falsa langosta es un platillo cuya receta no estoy autorizado a divulgar. Al pollo me niego a comerlo porque el pollo se come todo el año, debería el pobre ser relevado de la mesa navideña. Déjenlo tranquilo en su guardería con luz eterna. Ensalada de Kani Kama y palmitos. Y nuevamente la falsa langosta. Ensalada caprese, huevos rellenos, ensalada rusa cortada como lo hacía mi mamá: cubitos de medio centímetro por lado. Camarones, más vittel thoné, matambre de carne y también de pollo, lechón, arrollado pajarito-abuelo (pío nono). A las setenta y dos horas la consistencia del Deolindo Felipe Vittel Thoné se degrada un tanto, aun en ese taper que viaja de casa en casa; extraños grumos se forman en la superficie de la pasta. La fecha de deceso del lechón, a estas alturas, no podría ser determinada ni por los eficientes funcionarios de C.S.I. Las Vegas. Parece un maratón de la comida fría que, como quien no quiere la cosa, llegó al cuatro de enero. A todos se les olvidó la cadena de frío, hoy menos respetada que en un supermercado chino. Carne al escabeche, carne al vino, carne a la vinagreta, la vaca con distintos afeites. Bebo cerveza pero alguien me acerca un vino de calidad y no puede dejar de probarlo. A la hora de los brindis trajeron un champagne que es un señor champagne, señor champagne, la fiesta ya está por comenzar, no cantado por Aznavour sino por Sinatra, imaginad lo bueno que sería.
En ciertos países desarrollados quien necesite un transplante de órgano primero deberá acreditar que ninguna de sus enfermedades ha sido autoinfligida, como el alcoholismo, el tabaquismo o el falopismo. Recién a partir de ese momento el paciente califica para recibir un órgano que reemplace al suyo enfermo. Me hago cargo que en estos días no me he hecho merecedor de un hígado nuevo. Seguiré con mi viejo modelo que ante la cercanía de un taper con comida mezclada me pide clemencia.
resumen de noticiasviajes y turismo
contador web