Luego de la lectura de las 94 páginas del fallo A.891.XLIV emitido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en “Arriola, Sebastián y otros s/causa nº 9080” permítaseme enunciar algunas consideraciones:
La decisión del Tribunal Supremo deja atrás definitivamente la doctrina establecida en el caso Colavini. Ariel Colavini era un vecino de mi barrio a quien algunos llamaban el petiso. Fue detenido durante el gobierno militar por tenencia de marihuana. Quedó preso como que hay un Dios. Merced a sucesivas apelaciones al fallo, que consideraba al petiso un delincuente sólo por tener un porrito, el caso llegó a la Corte Suprema que confirmó lo resuelto en primera instancia. Era el año 1978, época de la usurpación de Videla (no la llamo presidencia ya que técnicamente no lo es, a la presidencia de la Nación sólo se puede acceder mediante el voto o por las otras formas establecidas en la ley de acefalía. Lo dice la Constitución). Colavini perdió. Tiempo después moriría en un célebre motín en la cárcel de Devoto en donde estaba preso, pero por otra causa.
Años después fue procesado el gran guitarrista Gustavo Bazterrica, quien formó parte de la banda Los abuelos de la Nada, y cantaba “no se desesperen, loco, todo va a andar bien”. La razón fue porque tenía yerba de la buena en su casa. Así es, las fuerzas del orden se metieron adentro de su casa. La Corte, agotadas las instancias previas, hubo de decidir y finalmente estableció que la tenencia de marihuana para consumo personal no constituía delito. El abuelo se salvó. Ya estábamos en democracia.
Hubo otro caso que quedó en los anales de la historia judicial como El caso Montalvo en donde nuevamente el Máximo Tribunal se abocó a juzgar si tener hierba como para armar unos pocos petarditos felices (en el caso una bolsita con 2,7 gramos) constituía delito, o era apenas la travesura de un pelotudito que se había dejado agarrar. Hablamos de la corte donde estaba nazareno, el amigo de menem, todo con minúsculas. Esta corte de méndez estableció que sí, que era delito, igualito a como habían fallado durante la dictadura, y el pobre Montalvo perdió. Años de menem, el gran liberal...
¿De qué se trata el nuevo caso por el cual la Corte Suprema de Justicia de la Nación emitió su fallo plenario del 25 de Agosto del corriente, es decir, ayer?
En la esquina de Forest y México, en Rosario, provincia de Santa Fé, cinco chicos re-locos fueron detenidos por portar, algunos en el bolsillo delantero izquierdo y otro en el bolsillo lateral derecho, cigarrillos de marihuana de peso y cantidad variable ( 0,31 gramos, 0,29, 0,26, 0,27 y 0,25) Algunos tenían tres charutitos (¿fiesta?) y otros tan solo uno (¿escuchar música?) Un par de ellos guardaba el orégano en paquetes de cigarrillos que arrojaron a la calle prestamente pero la policía los pilló. Una vez atrapados, el proceso judicial siguió las instancias clásicas que las apelaciones activan hasta llegar a la Corte Suprema, la de Petracchi, la señora Argibay, Zaffaroni y otros. Ellos, por unanimidad, decidieron aplicar la doctrina establecida en el caso del guitarrista de los Abuelos y despenalizar la tenencia de estupefacientes para consumo personal pues lo contrario sería violatorio del artículo 19 de la Constitución Nacional.
Ahora vamos a empezar a escuchar en muchos lugares que la Corte legalizó las drogas, así de sencillito, masticado y mentiroso. No se desesperen, locos, todo va andar bien. Lo único que la Corte Suprema de Justicia de la Nación dice es que en tu vida y en tu casa no se puede meter nadie. Y eso lo aprobaría un arco ideológico tan abarcador como el que va de Feinman a Feinman
La decisión del Tribunal Supremo deja atrás definitivamente la doctrina establecida en el caso Colavini. Ariel Colavini era un vecino de mi barrio a quien algunos llamaban el petiso. Fue detenido durante el gobierno militar por tenencia de marihuana. Quedó preso como que hay un Dios. Merced a sucesivas apelaciones al fallo, que consideraba al petiso un delincuente sólo por tener un porrito, el caso llegó a la Corte Suprema que confirmó lo resuelto en primera instancia. Era el año 1978, época de la usurpación de Videla (no la llamo presidencia ya que técnicamente no lo es, a la presidencia de la Nación sólo se puede acceder mediante el voto o por las otras formas establecidas en la ley de acefalía. Lo dice la Constitución). Colavini perdió. Tiempo después moriría en un célebre motín en la cárcel de Devoto en donde estaba preso, pero por otra causa.
Años después fue procesado el gran guitarrista Gustavo Bazterrica, quien formó parte de la banda Los abuelos de la Nada, y cantaba “no se desesperen, loco, todo va a andar bien”. La razón fue porque tenía yerba de la buena en su casa. Así es, las fuerzas del orden se metieron adentro de su casa. La Corte, agotadas las instancias previas, hubo de decidir y finalmente estableció que la tenencia de marihuana para consumo personal no constituía delito. El abuelo se salvó. Ya estábamos en democracia.
Hubo otro caso que quedó en los anales de la historia judicial como El caso Montalvo en donde nuevamente el Máximo Tribunal se abocó a juzgar si tener hierba como para armar unos pocos petarditos felices (en el caso una bolsita con 2,7 gramos) constituía delito, o era apenas la travesura de un pelotudito que se había dejado agarrar. Hablamos de la corte donde estaba nazareno, el amigo de menem, todo con minúsculas. Esta corte de méndez estableció que sí, que era delito, igualito a como habían fallado durante la dictadura, y el pobre Montalvo perdió. Años de menem, el gran liberal...
¿De qué se trata el nuevo caso por el cual la Corte Suprema de Justicia de la Nación emitió su fallo plenario del 25 de Agosto del corriente, es decir, ayer?
En la esquina de Forest y México, en Rosario, provincia de Santa Fé, cinco chicos re-locos fueron detenidos por portar, algunos en el bolsillo delantero izquierdo y otro en el bolsillo lateral derecho, cigarrillos de marihuana de peso y cantidad variable ( 0,31 gramos, 0,29, 0,26, 0,27 y 0,25) Algunos tenían tres charutitos (¿fiesta?) y otros tan solo uno (¿escuchar música?) Un par de ellos guardaba el orégano en paquetes de cigarrillos que arrojaron a la calle prestamente pero la policía los pilló. Una vez atrapados, el proceso judicial siguió las instancias clásicas que las apelaciones activan hasta llegar a la Corte Suprema, la de Petracchi, la señora Argibay, Zaffaroni y otros. Ellos, por unanimidad, decidieron aplicar la doctrina establecida en el caso del guitarrista de los Abuelos y despenalizar la tenencia de estupefacientes para consumo personal pues lo contrario sería violatorio del artículo 19 de la Constitución Nacional.
Ahora vamos a empezar a escuchar en muchos lugares que la Corte legalizó las drogas, así de sencillito, masticado y mentiroso. No se desesperen, locos, todo va andar bien. Lo único que la Corte Suprema de Justicia de la Nación dice es que en tu vida y en tu casa no se puede meter nadie. Y eso lo aprobaría un arco ideológico tan abarcador como el que va de Feinman a Feinman
8 Comments:
muy bueno.
no te queda algun join?
los tenía Fer pero mamá se los descubrió
lo felicito de todo corazón. COMPARTO lo del fallo y lo de la superpoblación de boludos A LOS QUE LES GUSTA SIMPLIFICAR, ACORTAR y masticar mierda. mentir, bah.
sabía que estábamos en la misma sintonía
eso!! eso!! la nueva ley de radiodifusión también!!!
precisamente estoy leyendo el proyecto, son 152 páginas. Próximamente emitiré mi dictamen
Que empollado lo tiene Julay, lo felicito.- Los archivos de la memoria llegaron presurosos a "Bases Constitucionales de Derecho Privado", materia con que hice cumbre y por primera vez el catedrático me dijo: "Felicidades doctora", momentazo sublime.-
A mí el profesor me dijo: retírese,tiene un 4. emocionante
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