sábado, febrero 23, 2008


EL RETORNO DEL VACACIONISTA

Vuelven aquellos que pudieron salir de vacaciones y cada quien tiene una historia para contar, una vivencia para relatar, un recuerdo para compartir. Puedo seguir. Tengo más de éstos.
El autor de esa monografía, sin ir más lejos, podría referirles a sus amigos que en el balneario donde vacacionó ha visto pasar un día a Carlos Chamaco Rodríguez, otro día a Carlos Fren, y cosas así.

Uno de mis camaradas participó de una comparsa argentina que desfiló en las Llamadas de Montevideo, ceremonia primordial del carnaval que se lleva a cabo en la calle Isla de Flores de la capital oriental. El negro, que así le decimos porque es morocho, me mostró las fotos donde se lo ve disfrazado y con la cara pintada de negro, portando orgulloso su tamboril con las lonjas y las maderas prontas para ser aporreadas hasta hacer sangrar los dedos por las ampollas reventadas. La participación de la delegación argentina, sin embargo, se vio algo empañada porque el conductor de la agrupación se emborrachó para mal con grapa y limón.

El grupo de futbolistas algo veteranos que jugamos los domingos a la mañana se reencontró con un compañero que hace cinco años se había ausentado del país buscando calidad de vida y que trabaja en Murcia, España, armando muebles para encastrar (o encastrando muebles para armar, que para el caso es lo mismo). Ahora volvió por diez días aprovechando un pasaje gratis que le consiguió el hijo mayor, piloto de las españolas aerolíneas argentinas. El hombre arribó el sábado a la noche y el domingo bien temprano ya se lo podía ver en la cancha de fútbol del club haciendo la calistenia previa a la competencia. El tiempo de la amistad puede ser difícil de mensurar. Quiero decir que parecía que nuestro camarada se había ido hace unos días apenas, y no hace un lustro, tal la familiaridad y cariño que aún nos dispensamos. Me acuerdo que durante el partido no me hizo un pase cantado y yo le pregunté: ¿no me viste que estaba solo, la concha de tu madre? Faltaba que nuestro entrañable compañero dijera como Fray Luis de León: “Decíamos ayer…”* Qué se le va a hacer.

Un amigo tiene un hijo que es futbolista profesional. Para un futbolero de ley (del offside) eso es mucho más admirable que si el botija fuese cirujano o abogado. A mi círculo de amistades y a mí nos interesaría menos el relato de una intervención quirúrgica riesgosísima que la narración de alguna anécdota de vestuario. Y celebraríamos menos una designación del mediquito en el sanatorio del mismísimo doctor House que la inclusión de nuestro crack en el equipo titular y su ulterior triunfo en el azaroso mundo del balompié. A nuestro muchacho, que juega en la be metropolitana, le salió la posibilidad de probarse en un par de clubes de Europa. Pero todo le cayó de un día para el otro y para un padre cincuentón, como mi amigo, definitivamente instalado en lo más recalcitrante del conservadurismo, eso supone un terremoto, que no Cejas, sino de sentimientos. El gurisito jugó el sábado pasado y mañana deberá tomar el avión al otro continente. El hado (no el helado) acecha detrás de la ochava y hay que estar con las Antenas Captadoras de Señales del Destino (ACSD) siempre encendidas.

Un sobrino mío es músico. Por ahora aficionado. Se inclinó de chaval por la percusión emulando a un tío que fue fundador y baterista de la agrupación musical Los Piojos, y que hoy hace el mismo trabajo en el combo polifónico de Vicentico, el higiénico ex integrante de Los Fabulosos Cádillacs. Un sábado, uno de los percusionistas del grupo del cantor con falsete tuvo una desgracia familiar y debió desertar de un importante concierto. Alguien del entorno le preguntó a mi muchacho si se animaba a reemplazarlo. El valiente rapaz dijo que sí y finalmente tocó sus tambores ante decenas de miles de personas en un festival musical de la ciudad de Mar del Plata.
Otra cosa que podría destacar es que Chamaco Rodríguez se tiñe el cabello y también el bigote.



*Fray Luis de León fue un escritor español (1527-1591) condenado por la Santa Inquisición a purgar una pena de cinco años de prisión por traducir la Biblia a la lengua vulgar sin permiso. Cuando regresó a sus cátedras luego de su largo cautiverio, comenzó su clase con la célebre frase ‘Decíamos ayer...’, como si no hubiese transcurrido el tiempo.

6 Comments:

Blogger bonito lunch said...

me gustaron mucho los dibujitos.

12:52 p. m.  
Blogger estejulioesuno said...

Si, el Tomi me salió bastante parecido.

12:53 p. m.  
Blogger Roedor said...

Muy interesante todo, pero me enganché con algo: sería muy facilongo colegir (no es columbrar, pero bueh, es lo mejor que pude) que el famoso bl = db. No creo que sea así, pero igualmente me quedé con la espina.

El Chamaco Rodríguez sigue sin existir, salvo cuando hace muchísimos años se entongó con las gallinas y salvó a Platense del descenso. Platense le hizo a River (que siempre fue un equipo superior... a Platense) 3 goles en el segundo tiempo. Me consta que los hinchas de Lanús, aun con el campeonato encima (que nunca tendrá Platense, snif, es de mi barrio natal), jamás se olvidarán de eso, porque fueron ellos quienes descendieron.

Si la memoria no me falla.

Como se lee en muchas paredes de Saavedra/Núñez: "Tense, me obsesiona tu prisión".

¿Vio que el Indio también escribió páginas memorables?

11:01 a. m.  
Blogger estejulioesuno said...

La vieja cancha de Platense quedaba en Manuela Pedraza y Cramer. De todo lo demás no sé nada.

11:07 p. m.  
Blogger Roedor said...

Sep, ahora hay un "complejo polideportivo" donde uno de mis hijos de vez en cuando va a patiar (con "i").

10:03 a. m.  
Blogger estejulioesuno said...

Por lo menos va a practicar deportes y no a comprar la comida como los de San Lorenzo.

1:29 p. m.  

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