jueves, febrero 14, 2008

















I REMEMBER

El artista, poeta y escritor estadounidense, Joe Brainard (1942-1994) publicó en 1970 una crónica evocativa titulada I remember, elogiada entre otros por el célebre autor Paul Auster que la calificó de obra maestra. I remember es un compendio de recuerdos (más de mil) que configuran la autobiografía de este creador que hoy llamaríamos multimedia. Cada evocación de la obra de Brainard comienza con el encabezamiento I remember (recuerdo). El que esto escribe toma prestado el método para después devolverlo y lo aplica para rememorar algunas vivencias de sus vacaciones costeñas.
Recuerdo que un avión sobrevolaba la playa anunciando un homenaje a Ricardo Arjona por un imitador que cantaba sus canciones, supongo, ya que no creo que fuese colocando una ofrenda floral en su monumento.
Recuerdo que un choclo playero costaba tres pesos con cincuenta y el kilo de choclos en una verdulería, distante una cuadra de la playa, cuatro pesos.
Recuerdo que algunos días el viento me impedía leer el diario y que si soltaba un extremo las páginas envolvían y copiaban el brazo incluyendo sus músculos, tendones y venillas.
Recuerdo que leía los suplementos literarios y me causaban gracia las polémicas forzadas que la patria literaria inventa para llenar espacio.
Recuerdo que las mujeres gordas no se avergonzaban de usar bikini.
Recuerdo que mi amigo, el cantor Dante Rey, tocó en un restaurante pero no fui porque estaba el último capítulo de Son de Fierro.
Recuerdo que las chicas que no sabían jugar a la paleta igualmente se movían con gracia y donaire cuando paleteaban el aire.
Recuerdo la cara de trastornada que tenía la gente frente a las máquinas tragaperras del bingo.
Recuerdo que el viento me voló la gorra y que la corrí. Que cuando la alcancé y la fui a tomar, se volvió a escapar. Que la corrí. Que cuando la alcancé y la fui a tomar, se volvió a escapar. Que la corrí. Que cuando la alcancé y la fui a tomar… Cuando al quinto intento logré atraparla me fui de la playa sin mirar atrás.
Recuerdo que el jingle de Mundo Marino me hacía acordar al de muebles cama Gicovate.
Recuerdo que los partidos de la copa de verano eran horribles.
Recuerdo que un señor llamado Jorge Hané vendía por la tele su producto para adelgazar y Ethel Rojo testimoniaba que estaba así “gracias a ti”.
Recuerdo que salía a correr por la playa y esquivaba con hábiles movimientos las pelotitas con las que se juega a la paleta y las hamburguesas de madera que tiran en el tejo.
Recuerdo que captaba las radios uruguayas comentando los desempeños de sus murgas de carnaval.
Recuerdo que unos jóvenes disfrazados de personajes de historieta, con sus uniformes un poco mugrientos, invitaban a los niños al trencito de la alegría y que el Hombre Araña se rascaba la entrepierna.
Recuerdo que en lugar donde comprábamos comida la cocina estaba sucia, los cocineros discutían y la dueña tosía sobre mi milanesa napolitana.
Recuerdo que muchas parejas aprovechaban estos exclusivos días del año para caminar tomados de la mano.
Recuerdo que la playa estaba llena de perros caniche toy.
Recuerdo que una mujer brasileña vendía conservadoras de cerveza y me compré una
Recuerdo que dos niños construyeron con arena un monstruo jetón y que su dentadura eran unos caracolitos blancos.
Recuerdo que un día encontré a Carlos Chamaco Rodríguez, extraordinario jugador de River Plate cuando las casacas tenían botones.
Recuerdo que con mi mujer juntábamos las reposeras y nos quedábamos mirando el mar marrón y a los bañistas cayéndose de la banana.
Recuerdo que leí un libro de John Le Carré y era largo largo.
Recuerdo que mi aparato reproductor de música estaba un poco pasado de moda.
Recuerdo que escribí esto en un cuaderno Gloria de hojas espiraladas.

10 Comments:

Blogger Roedor said...

Menos mal que aclaró "de música".

Gicovate, hagamelfavor...

El Chamaco Rodríguez efectivamente era extraordinario, por lo bruto.

Siga recordando, jefe.

6:30 p. m.  
Blogger bonito lunch said...

saliste a correr al que te vendio la cerveza y no te dio el vuelto? no jodais.

6:42 p. m.  
Blogger estejulioesuno said...

Roedor: Chamaco Rodriguez fue un jugador extraordinario, es decir, muy ordinario.
Bonnie: todos los días corría religiosamente (los domingos a la mañana)

8:27 p. m.  
Blogger Luigi said...

decir "casacas" es un recuerdo...

:)

8:12 a. m.  
Blogger edu, desde el barrio, said...

Aproveche, jefe, sus recuerdos. El Alzheimer está a la vuelta de la esquina. Luego diremos "recuerdo que antes me acordaba", y ...¿recuerda cuando hablabamos de corrido?

4:39 p. m.  
Blogger estejulioesuno said...

la verdad que no me acuerdo

8:24 p. m.  
Blogger La condesa sangrienta said...

Sus Recuerdos tendrían que estar firmados bajo el seudónimo de Jul Cerebrard.

10:29 a. m.  
Blogger estejulioesuno said...

Brain-cerebro: es muy bueno eso, pero para personas smart. Eso sí, como recuerdos, sé que no son gran cosa.

12:31 p. m.  
Blogger La condesa sangrienta said...

You are smart (but not the 86)
Bienvenido, ¡lo estaba extrañando!

2:54 p. m.  
Blogger F. Fabian S. said...

interesante manera de contar una autobiografia.

1:42 p. m.  

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