Nombre que se le dio en España al primer film de Los Beatles, dirigido por Richard Lester, A hard day´s night. En la Argentina la película se conoció como Yeah, Yeah, Yeah.
TRAVESURAS DE ZULOAGA
Los términos, palabras y expresiones del presente trabajo han sido extraídos de novelas de autores norteamericanos e ingleses en traducciones realizadas en España.
Estaba en el lavabo con los ojillos pitañosos, rasurándome, y dudando si ir o no a trabajar por una gripa que me tenía atufado.
-Hala, vuelve a la cama, hijo, que hoy te encuentras fatal, venga –dijo mi esposa con voz cantarina-.
Me marché pero sin el carro. Nunca encuentro sitio para aparcar, por eso preferí coger el autocar. La noche anterior había bebido muchos pero que muchos rosolís para atenuar los efectos de la influenza y me pillé un ciego de campeonato.
-¡La ostia, tío! Te ves fatal -me dijo Arizmendis cuando me vio y mientras yo me quitaba la gabardina-. Luego comenzó a referir una trastada de Zuloaga que lo tenía acoquinado. El nuevo propietario de una casa, que vendiese la inmobiliaria, pilló al paleto haciendo una guarrería que jeringó al jefe.
-Estoy muy cabreado porque el gilipollas se llevó todas las plantas de la casa que escrituramos ayer en la notaría. Ese mamón no para de cometer felonías. No me apetece correrlo, por ahora, aunque de mil amores le pegaría un papirotazo. Ese cliente nos ha hecho ganar una buena pasta de modo que deben regresar las plantas a su parterre, coño. Pero al cabrón habría que darle un buen zurriagazo. Que no aprende el hijoputa, que no aprende.
Cuando entró Zuloaga, Arizmendis ardía de reconcomio y se armó la de Dios es Cristo.
-Lo hice sin parar mientes –se disculpó Zuloaga, que no pudo evitar un repelús-. Es que me flipan las plantas y había algunas pero que muy cojonudas… ¿Quién me dió el chivatazo?
-Vaya caradurez que tienes. ¡El propietario, gilipollas, el propietario! Cuando se mudó a su nueva casa terrera cayó en la cuenta de que el solar se le había convertido en un páramo como por artificio de birlibirloque ¿te enteras? Venga, has de devolver esas plantas a como dé lugar. Ahora vete.
-¿Adónde?
-Vete a tomar por culo ¡A replantar las plantas de donde las habéis quitado, coño! Y no te cabrees, hijo, quiero que el expediente de la inmobiliaria vuelva a estar mondo y lirondo como siempre.
Pensé que habría trapatiesta porque a Zuloaga, que también es un buen cantamañanas, el bergante de Arizmendis le debe sus buenas perras y el chaval no anda de buen talante últimamente. Quizás por venganza el badulaque se mandó la chorrada.
Zuloaga escuchó las palabras acojonantes de Arizmendis pero no dijo ni oxte ni moxte. Se marchó a su casa con algo de canguelo. Por fin, se dejó de tiquismiquis y quitó las plantas de su precioso parque para trasplantarlas a la finca de donde las había cogido. ¡Qué pelotera, tío!
Estaba en el lavabo con los ojillos pitañosos, rasurándome, y dudando si ir o no a trabajar por una gripa que me tenía atufado.
-Hala, vuelve a la cama, hijo, que hoy te encuentras fatal, venga –dijo mi esposa con voz cantarina-.
Me marché pero sin el carro. Nunca encuentro sitio para aparcar, por eso preferí coger el autocar. La noche anterior había bebido muchos pero que muchos rosolís para atenuar los efectos de la influenza y me pillé un ciego de campeonato.
-¡La ostia, tío! Te ves fatal -me dijo Arizmendis cuando me vio y mientras yo me quitaba la gabardina-. Luego comenzó a referir una trastada de Zuloaga que lo tenía acoquinado. El nuevo propietario de una casa, que vendiese la inmobiliaria, pilló al paleto haciendo una guarrería que jeringó al jefe.
-Estoy muy cabreado porque el gilipollas se llevó todas las plantas de la casa que escrituramos ayer en la notaría. Ese mamón no para de cometer felonías. No me apetece correrlo, por ahora, aunque de mil amores le pegaría un papirotazo. Ese cliente nos ha hecho ganar una buena pasta de modo que deben regresar las plantas a su parterre, coño. Pero al cabrón habría que darle un buen zurriagazo. Que no aprende el hijoputa, que no aprende.
Cuando entró Zuloaga, Arizmendis ardía de reconcomio y se armó la de Dios es Cristo.
-Lo hice sin parar mientes –se disculpó Zuloaga, que no pudo evitar un repelús-. Es que me flipan las plantas y había algunas pero que muy cojonudas… ¿Quién me dió el chivatazo?
-Vaya caradurez que tienes. ¡El propietario, gilipollas, el propietario! Cuando se mudó a su nueva casa terrera cayó en la cuenta de que el solar se le había convertido en un páramo como por artificio de birlibirloque ¿te enteras? Venga, has de devolver esas plantas a como dé lugar. Ahora vete.
-¿Adónde?
-Vete a tomar por culo ¡A replantar las plantas de donde las habéis quitado, coño! Y no te cabrees, hijo, quiero que el expediente de la inmobiliaria vuelva a estar mondo y lirondo como siempre.
Pensé que habría trapatiesta porque a Zuloaga, que también es un buen cantamañanas, el bergante de Arizmendis le debe sus buenas perras y el chaval no anda de buen talante últimamente. Quizás por venganza el badulaque se mandó la chorrada.
Zuloaga escuchó las palabras acojonantes de Arizmendis pero no dijo ni oxte ni moxte. Se marchó a su casa con algo de canguelo. Por fin, se dejó de tiquismiquis y quitó las plantas de su precioso parque para trasplantarlas a la finca de donde las había cogido. ¡Qué pelotera, tío!
8 Comments:
Ay Yulai, no sé si ud. existe o es su propio invento! Delirante dentro de un envase formal, la lectura de su blog propone un apacible paseo familiar que termina con una pelea de enanos en el barro y un coro de inválidos aplaudiendo con las muletas.
Hombre, que me has dejáo patidifuso.
Condesa: Así me ha quedado el caletre, guapa.
Roedor: Tranquilo que eso se cura con una buena horchata de chufa, chaval.
jajaja, me ha hecho reir de buena gana don julio!
¡Jolines, tío! Me he quedado pintiparada con tu domilio de la lengua cervantina, ¡que te lo bordas!
PD.
Muchas gracias por la visita al blog! Y sí, hace dos años y medio que no morfo un asado como la gente... snif!
iba a escribir un post que hablaba de las traducciones y algunas palabras que nunca supe ni me interesé en saber que querían decir como:estuco, arandanos ,alabastro pero despues de esto no escribo nada
Lo mío es un reclamo para que se traduzcan los libros en la Argentina o, cuanto menos, que se los traduzca en castellano neutro, que estos gallegos ya me tienen chalado
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