En este partido se puede estimar la cantidad de público en uno (1), el padre de Miguez, que aparece para el peludo Rodríguez como el principal sospechoso de ser el enigmático periodista Chuletas. Su condición de casi exclusivo concurrente a los partidos de AFAP lo comprometería a los ojos del desconfiado y mal pensado de nuestro compañero y ahora técnico.
¿QUIEN ES CHULETAS?
Recibo un llamado de teléfono en mi oficina. Es mi compañero de equipo, y ahora también director técnico, el peludo Rodríguez, que está escuchando la radio en la efe eme Providencia, emisora barrial que tiene una audición llamada Panorama del fútbol en Providencia donde se comentan las performances de los equipos de fútbol de Providencia, en especial los que representan a nuestro club AFAP.
-¿Estás escuchando la radio? –pregunta-.
-Estoy trabajando.
-No sabés lo que está diciendo ese tal Chuletas. Es un cago de risa, ja, ja, ja. Dijo que nuestro equipo tiene menos toque que una paja mental. Ja, ja, ja. Se pasa el loco, ja, ja, ja. ¿Entendiste? ¿Sabés quién es el Chuletas?
-Estoy trabajando.
-Bueno, chau.
Ahora recibo un un e-mail.
¿Viste lo que dice el hijo de purta se de chultas o algo así. Que la delantera lastima menos queun cuchillo para untar y aque nuestor eqipo tiene menos futuro que sobisch y que en el campeoanto vamos a hacer peor papel que el de un personaje de tevenovela k se muere en el primer bloque. Ese Chuleta quiere que lo paguen a calos. Yo me atono. Chau Constancio.
Era mi amigo Constancio Marcelletti, que se conoce que busca la velocidad en la digitación, pero eso opera en desmedro de la eficacia en el embocamiento de la letra correcta. Pero yo estoy trabajando y los pagaría a calos cuando me interrumpen. Le contesté con un escueto estoy trabajando.
Otro telefonema:
-Hola, Julio, soy Carlos. ¿Sabés quién es Chuletas?
-Ni idea.
-Dijo que el equipo tiene menos estrategia que el tatetí.
-Estoy trabajando.
No les mentí al peludo ni a Carlos Díaz, es cierto que estoy trabajando, tengo frente a mí a un tipo a quien le estoy por tomar una seña por un alquiler. Desde su despacho Arizmendis me observa agazapado y espera el momento en que el candidato se desprenda de la plata, se vaya y él vuele de palo a palo para apoderarse de los billetes.
-Tiene que ser alguien que nos viene a ver jugar –conjetura Carlos-. Alguien de nosotros no puede ser porque le reconocería la voz.
-Estoy tra...
-También dijo que a los mediocampistas les comen las espaldas más que a Florencia de la V.
-No sé, no conozco.
-¿Estás con gente?
-Si.
-Voy a ir a esa radio de mierda y se las voy a incendiar. El hijo de puta dijo de mí que tengo menos garra que un osito de peluche. A la radio entera voy a incendiar, te garanto. Hay otro programa donde hay un viejo choto que dijo que yo soy un ludópata. Bueno, chau.
Tomo la seña, Arizmendis, en efecto, vuela de palo a palo. Se va con la plata, posiblemente a cubrir el banco. Enciendo la radio.
"...Tiene uno de los técnicos, el peludo Rodríguez, menos creíble que Fernando Niembro, que distribuye a los jugadores en el campo como el pizzero las aceitunas un sábado a las nueve de la noche, así a la que te criaste, en fin, amigos del balompié, qué se puede pedir a este equipo de viejos que están más endurecidos que churro de dos días. Este sábado comienza el torneo y he de sufrir, para después contarles, la tortura de ir a ver a ese lamentable y triste equipo, más triste que la última nieve de primavera".
Suena el ring del teléfono. El peludo de nuevo.
-¿Viste lo que dijo ese sorete? Que como entrenador soy menos creíble que Fernando Niembro y que distribuyo los jugadores…
-Si, ya escuché, como aceitunas. Tengo la radio prendida.
-Yo soy pizzero y siempre distribuyo las aceitunas equidistantemente. Incluso los sábados a las nueve. Hay que ser basura, mirá. Pero eso sería lo de menos. Dijo además que mis tiros al arco salen más desviados que el bambino. Ahí si que se pasó de la raya mal…
-Y… sí.
-Es una barbaridad, che, una irresponsabilidad que alguien que tiene acceso a un medio de comunicación lo use para esas inmoralidades. Puede haber chicos escuchando. Es una bestia. Para mí que ese animal de Chuletas es el padre de Reinaldo.
-¡Qué! ¿Miguez?
-Si, Reinaldo Miguez. El viejo va casi siempre a vernos.
-¿Y eso qué tiene que ver? Vos estás loco. Mirá si el pobre viejo va a decir esas cosas. Es un hombre grande, callado. Además la voz del Chuletas es de alguien más joven.
-¿Vos le escuchaste alguna vez la voz al viejo de Miguez? Además, la voz no tiene nada que ver con la edad, mirá Silvio Soldán, que tiene como ochenta años y una voz de hombre mucho más joven, realmente extraordinaria. ¿Y La Chilindrina? Debe andar por los sesenta pirulos y tiene siempre la misma voz de pendejita. Y además el Chuletas tiene que ser un viejo porque dijo balompié. ¿Quién dice balompié hoy en día? Por otra parte…
-Peludo, estoy trabajando.
-Sí, disculpá. Voy a denunciarlo al club.
-¿A quién?
-Al padre de Miguez.
-El padre de Miguez no es socio.
-Al hijo, entonces. No se pueden decir esas animaladas. Yo voy a hablar con la comisión y si no le impiden entrar al club voy a sacar toda la publicidad que pongo en el club, cartel por cartel, te juro. Y hoy mismo llamo a la radio y saco todos los jingles.
-¿Vos tenés jingles?
-Si, de mis pizzerías. Los grabé yo mismo con mi guitarra ¿no sabías?.
Pizzería Melabrián
la mejor de Providencia
empanadas y fainá
producidos a conciencia
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entregas a domicilio
productos de calidad
sin resentir el bolsillo.
(El peludo me canta el jingle, que es ligeramente parecido al de Piedra China del año 1963 Piedra China, Piedra China es mejor, es mejor, quita las durezas, callos y asperezas, sin dolor, sin dolor)
-¿En serio que no la escuchaste?
-Te juro por Dios.
-Para que pegara con la música tuve que acentuar resentir en la segunda sílaba porque si no no me...
-Lo mejor que podés hacer, peludo, es sacar tu jingle de la radio.
-¡Es lo que voy a hacer! Lo que no entendí es eso de que somos más tristes que la última nieve de primavera.
-Yo tampoco, disculpame, peludo, pero te tengo que cortar.
Yo sé a que se refiere el Chuletas con lo de la última nieve de primavera. Pero no quería mandar al carajo al peludo. Es una película tristíssima, su título original es L'ultima neve di primavera. Es un filme italiano de 1973 dirigido por Raimondo Del Balzo y protagonizado por Bekim Fehmiu, Agostina Belli y Renato Cestie. En los afiches de nuestro país se publicitaba como un conmovedor canto a la vida. El famoso tema musical es de F. Micalizzi. Escuchen la versión de Fausto Papetti y después buscarán un cuchillo bien afilado. Breve síntesis del argumento: huérfano de madre, Luca sufre por la frialdad del padre, preso del trabajo y del amor de su segunda mujer, Verónica. Durante unas vacaciones invernales, enfermo de leucemia, el purrete muere en los brazos de su padre, en la carreta de un juego de parque de diversiones, que le había pedido de visitar, mientras le dice, en un último estertor que aquellos días habían sido el período più felice della propria esistenza y… disculpen… hay que ser de estopa para no conmoverse.
no puedo continuar
-Te juro por Dios.
-Para que pegara con la música tuve que acentuar resentir en la segunda sílaba porque si no no me...
-Lo mejor que podés hacer, peludo, es sacar tu jingle de la radio.
-¡Es lo que voy a hacer! Lo que no entendí es eso de que somos más tristes que la última nieve de primavera.
-Yo tampoco, disculpame, peludo, pero te tengo que cortar.
Yo sé a que se refiere el Chuletas con lo de la última nieve de primavera. Pero no quería mandar al carajo al peludo. Es una película tristíssima, su título original es L'ultima neve di primavera. Es un filme italiano de 1973 dirigido por Raimondo Del Balzo y protagonizado por Bekim Fehmiu, Agostina Belli y Renato Cestie. En los afiches de nuestro país se publicitaba como un conmovedor canto a la vida. El famoso tema musical es de F. Micalizzi. Escuchen la versión de Fausto Papetti y después buscarán un cuchillo bien afilado. Breve síntesis del argumento: huérfano de madre, Luca sufre por la frialdad del padre, preso del trabajo y del amor de su segunda mujer, Verónica. Durante unas vacaciones invernales, enfermo de leucemia, el purrete muere en los brazos de su padre, en la carreta de un juego de parque de diversiones, que le había pedido de visitar, mientras le dice, en un último estertor que aquellos días habían sido el período più felice della propria esistenza y… disculpen… hay que ser de estopa para no conmoverse.
no puedo continuar
1 Comments:
jejeje, gracias Julio por estos relatos... nos hemos cagado de risa entre todos acá en la oficina con los dichos de "Chuletas"
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