lunes, noviembre 20, 2006

Foto: Grupo de jugadores que concurre al club los domingos a la mañana para jugar un partido de fútbol en el que, previamente, dos hombres consensúan la integración de cada team a efectos de que el juego resulte parejo y justo y no existan grandes diferencias que desnaturalicen los fines buscados cuando se pisa la grama. Está agrupación no debe considerarse de veteranos porque, si bien, hay señores en la edad provecta, hay también púberes, y aun impúberes como el joven de la foto que el domingo no sólo jugó, sino que tuvo una extraordinaria actuación como portero (arquero) y mereció aplausos durante, por lo menos, cuatro tramos del juego.

El fútbol de los domingos tiene características que lo distinguen de los otros fútboles que se practican en la institución, a saber:

1) no hay patadas, salvo las estrictamente necesarias.

2) No hay referís.

3) No hay jueces de línea.

4) No hay off side.

5) Las puteadas incluyen sólo a parientes colaterales.

6) No hay aplazaos ni escalafón.

Como ya ha sido dicho, la convocatoria del fútbol de los domingos está abierta a todos los hombres de buena voluntad, sin distinción de edad, credo, religión o preferencias sexuales. El clima es, en general, pacífico y así, la falta más violenta puede ser el agarrón de una camiseta, que se produce casi siempre cuando alguno de los más jóvenes pone la quinta velocidad y no lo agarrás ni con una caña. Es muy raro que se los revolee sin más aunque ha habido casos en que se los estampó contra el alambrado sin ninguna clase de miramientos. En el supuesto de que los damnificados sean los más adultos, puede, aunque tampoco es lo habitual, que haya un conato de pelea, que se diluye enseguida. Es cuando se escucha la frase tópica y apaciguadora de:
¡Che, dejémonos de joder que mañana tenemos que ir a laburar!
o sino:
¡Che, tápenlo con diario y sigamos jugando!
Y se patea el tiro libre más o menos cerca de donde se cometió la infracción.
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