viernes, agosto 26, 2011

¿JUAN MOREIRA ERA GAY?

Adentrado en la lectura de la novela Juan Moreira, que originalmente se publicó como folletín en el diario La Patria Argentina, me encontré de sopetón con la presunta homosexualidad de este bravo gaucho perseguido. Grande fue mi sorpresa puesto que desconocía esta circunstancia en la vida del gran fugitivo de la gauchesca nacional. Nuestro Richard Kimble telúrico. Yo he leído poca literatura argentina de homosexuales. Recuerdo a vuelo de pájaro sobre mi memoria devastada una novela llamada La brasa en la mano del escritor fallecido Oscar Hermes Villordo. Típica novela de putos. Pero, ojo. Lo mío con Moreira no pasa del descubrimiento de un lector poco ilustrado. Y la sorpresa nace de la circunstancia de que el texto haya pasado el filtro de las diversas censuras que asolaron nuestra república. Ser gay no tiene nada de malo. Hago mía la frase de Seinfeld: no hay nada malo con eso. Y también concuerdo con la siguiente, que dice Jerry cada vez que se refiere a cierto gay puertorriqueño: Las preferencias sexuales de las personas son asuntos de su exclusiva incumbencia. Ambas son frases políticamente correctas –pero sarcásticas cuando salen de la boca de Jerry Seinfeld. Y resultan eficaces a la hora de evitar a las jaurías de la comunidad gay que esperan algún renuncio antiputo para volar de palo a palo hacia tu yugular por discriminador. Deberían estar más atentos (los sarasas) a sus propios congéneres de la televisión que son los que verdaderamente los dejan malparados. Pero ahora me encuentro con este relato de 1880, escrito por Eduardo Gutiérrez y al llegar a la página 146… Pero antes una brevísima síntesis de la historia: Juan Moreira es un gaucho que huye de la ley para no pagar por diversas muertes que lo tuvieron como autor material. Tiene un gran amigo llamado Julián, ejemplo de lealtad, a quien le encarece que vaya donde su mujer (Vicenta Andrea) y su hijo (Juancito) porque necesita tener noticias de ellos, saber cómo están. Luego de varios días el leal amigo Julián vuelve de la diligencia encomendada, se presenta ante Juan y… “Es imposible pintar con palabras la emoción de Julián y Moreira al hallarse frente a frente. Aquellos dos hombres valientes, con un corazón endurecido al azote de la suerte, se abrazaron estrechamente; una lágrima se vio titilar en sus entornados párpados, y se besaron en la boca como dos amantes, sellando con aquel beso apasionado la amistad leal y sincera que se habían profesado desde pequeños.” Insisto, no hay nada malo con eso. Las preferencias sexuales de las personas son asuntos de su exclusiva incumbencia. ¡Pero mirámelo al Juancito!



4 Comments:

Blogger gordo said...

Junto con México, Brasil y Cuba, Argentina es el país de América Latina en cuya cultura hay una mayor presencia homosexual. El artículo de Juan José Sebreli "Historia secreta de los homosexuales en Buenos Aires" (incluido en Escritos sobres escritos, ciudades sobre ciudades, 1997), proporciona numerosos datos sobre la subcultura homosexual en la ciudad y constituye un excelente punto de partida para el estudio de ciertos tipos de entornos homosexuales en la Buenos Aires del siglo XX. Poca información puede obtenerse del período precolombino. Junto con documentos que sugieren rituales homosexuales (en estudios sobre tribus indígenas como el de Lucio V. Mansilla) se encuentran ejemplos de homofobia mucho más excesiva que la que manifiesta la propia Inquisición española, como sucede con los incas. Lo que está claro, aquí y en otras regiones es que la homosexualidad no llega a América Latina con las carabelas europeas, aunque documentos fiables hablan de juicios antisodomíticos en las mismas contra marineros a los que se sorprende en relaciones con jóvenes grumetes.

9:58 p. m.  
Blogger estejulioesuno said...

muy interesante!

10:35 p. m.  
Blogger Unknown said...

si, la literatura como parte fundamental de la cultura ha sido defensa/verdugo/o simplemtente sujeto objetivo, de la homosexualidad.
y no, Juan Moreira, personaje historico/personaje literario, no era homosexual.
no era el fin ni del autor, ni de la literatura folletinesca gauchesca, mostrar o describir relaciones homosexuales entre dos gauchos.
naturalmente habría constituido un "escándalo literario/social", y claro que no lo fue, por que la relacional juan/julian no era de ese tipo, y como gutierrez también lo han entendido los lectores.
desde un punto socialmente contextualizado, jamas se trataría tal tematica en ese siglo con la simple liviandad de "querer demostrar que moreira era gay, con un beso en la boca que le dio a su amigo".

de igual modo resulta descabellado creer que el personaje Moreira resuelva todas sus inclinaciones sexuales (las cuales nunca se ponen en duda en la novela) con un par de párrafos circunstanciales.
buscar en la novela de gutierrez guiños en favor de la homosexualidad, resulta totalmente ingenuo, y poco critico. en mi opinión.
el beso entre julian y juan resulta un simbolismo, que expresa y sella la amistad leal entre los dos amigos (una actitud culturalmente desarrollada en otros lugares y siglos entre los hombres, como símbolo fraterno o de jura, no relacionado con lo sexual)
en cuanto a la construcción de moreira personaje ese beso, implica solo el apoyo de la figura varonil de un moreira "líder, patron y amigo, heroe gaucho ilegal". es decir el uso de un gesto corporal para plasmar , no sentimientos "amoroso/sexuales", sino el concepto de una amistad profundamente fraternal, que halla la satisfaccion en ese hecho "como dos amantes" lo harian, no hecho "entre dos que eran amantes".
recomiendo sobre este tema el articulo "el cuerpo del delito"de Ludmer.

mi opinion.

5:02 p. m.  
Blogger estejulioesuno said...

Muchas gracias por su interesantísimo aporte, señorita Agustina.

5:31 p. m.  

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