jueves, abril 17, 2008

CHARLA ENTRE LAGRIMAS



Reseño una charla tripartita en un cafetín de segunda con dos amigos de primera, degustando cafés y lágrimas. Lágrima. Qué nombre. Es la designación para una modalidad de café más maraca que se pueda registrar. La única lágrima que yo reconozco es el Lágrima de Indio, licor seco, aunque tengo barruntos de que no se elabora más. Lágrima de indio constituye un claro oxímoron. No conozco a ningún indio que llore, los indios no lloran. O no deberían. ¿El indio Catriel lloró alguna vez? Me refiero al Catriel de Osvaldo Laport. No a Catriel Orcellet. Que debería llorar viéndose suplente de un golero tan incompetente como Cuenca.

-No sé si es un desgarro –nos cuenta uno de los muchachos mientras se sorbe una lágrima-.
-No. Solamente tenés un tremendo moretón, no podés caminar y el sábado pasado no entraste al partido-retruca otro-.
(Conviene mencionar que un futbolista aficionado es un constante negador de sus lesiones. Sin ir más lejos que al club, hace poco a un compañero le extirparon un riñón y el domingo se presentó a jugar. Eso sí, con cuidado. En las barreras se cubría bien la zona con los brazos.)
Platiqué un poco de mi trabajo. Les referí una anécdota que siempre es eficaz cuando quiero brillar en los cenáculos variopintos o en los guateques de postín:
-Una vez tuve que hacer un contrato de alquiler y la propietaria se llamaba Dora Abeledo de Ledesma. Cuando les leí el contrato a las partes dije: “Por una parte comparece la señora Dora Abeledo de Ledesma, en adelante la Locadora...” Se me ofendió la vieja…

Uno de los muchachos tiene un hijo que es futbolista profesional. El sábado convirtió su primer gol y en poco tiempo le va dar al viejo su primer nieto. Cuando habla del tema (nieto y gol) los ojos se le abrillantan aunque no llega a quebrársele la voz como a otro amigo que, cuando se emociona, parece como si hablara propiamente el gallo Claudio. Yo, cuando me late que me está viniendo la emoción, hago como mi abuela, pongo cara de enojado. Es como que me enojo con la emoción y ella se va. Y así voy zafando.
-¿Vieron que el ministro Alberto Fernández es igualito a Steve Buscemi? –preguntó uno mientras enjugaba su lágrima-.
-¿Y a ése quién lo juna?
-Es un actor norteamericano.
-No. A Fernández.



STEVE Y ALBERTO


9 Comments:

Blogger Roedor said...

Buscemi al lado de Alberto tiene cara de Andrea del Boca en la época de papá corazón.

Si, yo también me acuerdo de cualquier burrada, julito.

"Lágrima de Indio", hágame el favor...

5:33 p. m.  
Blogger estejulioesuno said...

Es verdad, yo prefiero el mariposa de cusenier

8:40 p. m.  
Blogger Unknown said...

Trago con gustito a miel

7:32 a. m.  
Blogger estejulioesuno said...

cómo nos rompía las pelotas esa musiquita en los entretiempos de chaca.

9:32 a. m.  
Blogger Unknown said...

Ruego aclare, pues yo soy hincha del bohemio.

6:00 p. m.  
Blogger estejulioesuno said...

Pero ibas a ver a Chaca con Pedro, J. Manuel y el ruso Schurman.

6:29 p. m.  
Blogger Unknown said...

El ruso Schurman no se quien es, pero el dato me confirma que era Atlanta!

12:03 p. m.  
Blogger estejulioesuno said...

Si no te acrodás quién era el ruso Schurman mal te podés acordar que eras de Atlanta. A ver: Sànchez, Clariá y Nuin, Betinotti... seguí vos

6:46 p. m.  
Blogger Unknown said...

Punturiero, Mario Rodriguez y Savoy

8:11 p. m.  

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