HAY MUNDOS QUE NO SE TOCAN NI SE PUEDEN TOCAR III PARTE

(Salteamos una segunda puesto que, como se sabe, segundas partes nunca fueron buenas)

Resumen de lo publicado: con mi grupo de amigos del club AFAP vamos a ir a jugar al fútbol a Necochea, pero uno de sus integrantes pretende ir con su esposa y…
¿Y qué?

El miércoles no pude asistir a la reunión preparatoria del viaje a la costa atlántica por un compromiso familiar y cuando estaba viendo el partido de River Plate contra Universidad Católica, en directo desde el estadio Sacalo de a Poquito, de la capital chilena, una llamada me impuso del serio entredicho provocado por el loco que quería patear el tablero y llevar a su mujer. Me fue informado que un emisario del equipo fue comisionado para convencer al necio de que una dama en esta comunidad de ligazón estrictamente futbolística era como un ají puta parió dentro de un emparedado de jalea. Yo no dudo que nuestro canciller eligió las palabras con cuidado afán para no expresar nada que pudiese ofender la sensibilidad del descarriado, pero ello no obstó para que éste lo mandara a la mismísima mierda y renunciara al viaje. ¿Hubiésemos reaccionado de la misma manera si el desertor fuese nuestra estrella, nuestro goleador, nuestro Palermo viejo? Quiero decir que hasta ahora nadie fue a la casa del equivocado para decirle dale, boludo, vení, no seas pelotudo, dale, forro, eso sí, con tu jermu ni en pedo.