EXITOS DEL CINE NACIONAL EN NECOCHEA
1 DONDE DUERMEN DOS DUERMEN TRES
Y dieciocho también. Fuimos a jugar al fútbol a Necochea y nos hospedamos en una espaciosa cuadra con cuchetas dobles distribuídas en forma paralela, lo que nos hizo recordar la bella época del servicio militar obligatorio. Digo, aquellos que la cumplieron, yo me salvé por asma. Qué suerte.
2 DESDE EL ABISMO
Los jugadores posan en la entrada a la playa, en el acantilado. No ven la hora de arrojarse al mar y jugar a la pelota como verdaderos chiquilines. Qué botijas.
3 DESNUDA EN LA ARENA
Uno de nuestros deportistas tiene la costumbre de estar en la playa en calzoncillos y cambiarse a la vista de todos. Qué transgresor.
4 A LOS CIRUJANOS SE LES VA LA MANO
Lo mentan el doctor (especialidad: cirugía, todas las obras sociales). Se lo presentó a los rivales como un sanguinario de las canchas, un Mengele de la número cinco, una mezcla de Giunta y Merlo un día en que se levantaron torcidos. El elegante caballero de la foto les tapó la boca a los calumniadores: no pegó una sola patada en todo el partido. Qué meritorio.
5 LA PLAYA DEL AMOR
El sábado previo al día del match jugamos un fulbito en la playa. Sin querer uno le pegó una tremenda patada a un compañero, que puso en su duda su participación en el partido, especulando los mal pensados con que el faulero pretendía ocupar el lugar del que ahora se retorcía en la arena como un cascarudo dado vuelta, al que le quedó el tobillo así (gesto manual de qué suerte). Eso quedó descartado: no coinciden los puestos. Para colmo el infractor estaba jugando con zapatillas y no en patas, como todos los demás, porque tenía un problema en sus juanetes. Qué dolor.
6 EL PROFESOR PUNK
Este señor, que se monda discretamente, es una verdadera wikipedia humana y todos nosotros sus ignorantes alumnos. Conoce la totalidad de los temas, disipa todas las dudas, no hay ciencia que no domine. Puede disertar, en medio de un asado, sobre los orígenes del racismo, pero mejor avisá en tu casa que vas a llegar tarde porque sus conferencias suelen ser extensas. Qué sabio.
7 SIEMPRE FUIMOS COMPAÑEROS
Un integrante de nuestra delegación se encontró con un compañero del secundario que vive en Necochea y recordaron las viejas historias del barrio y sus habitantes (empate técnico entre vivos y muertos). Qué nostalgia.
8 DESPABILATE AMOR
Despertó a sus compañeros a las tres y media de la mañana, aullando como un suboficial del ejército argentino ¡arribacarreramarchtagarnasdemierda! Y cosas así de desopilantes. Ahora el chistoso duerme. Nadie se vengó de su broma graciosísima. Qué divertido.
9 DEL BRAZO Y POR LA CALLE
Este hombre de gafas y rapero gorro hacia atrás tiene una particularidad: cuando te habla te agarra del brazo y se aproxima a tu oído como si fuera a revelarte algo terrible, como una conspiración para matar a Dios, pero que no se entere nadie. Durante los partidos lo hace indistintamente con compañeros y rivales. Qué peculiar.
Y dieciocho también. Fuimos a jugar al fútbol a Necochea y nos hospedamos en una espaciosa cuadra con cuchetas dobles distribuídas en forma paralela, lo que nos hizo recordar la bella época del servicio militar obligatorio. Digo, aquellos que la cumplieron, yo me salvé por asma. Qué suerte.
2 DESDE EL ABISMO
Los jugadores posan en la entrada a la playa, en el acantilado. No ven la hora de arrojarse al mar y jugar a la pelota como verdaderos chiquilines. Qué botijas.
3 DESNUDA EN LA ARENA
Uno de nuestros deportistas tiene la costumbre de estar en la playa en calzoncillos y cambiarse a la vista de todos. Qué transgresor.
4 A LOS CIRUJANOS SE LES VA LA MANO
Lo mentan el doctor (especialidad: cirugía, todas las obras sociales). Se lo presentó a los rivales como un sanguinario de las canchas, un Mengele de la número cinco, una mezcla de Giunta y Merlo un día en que se levantaron torcidos. El elegante caballero de la foto les tapó la boca a los calumniadores: no pegó una sola patada en todo el partido. Qué meritorio.
5 LA PLAYA DEL AMOR
El sábado previo al día del match jugamos un fulbito en la playa. Sin querer uno le pegó una tremenda patada a un compañero, que puso en su duda su participación en el partido, especulando los mal pensados con que el faulero pretendía ocupar el lugar del que ahora se retorcía en la arena como un cascarudo dado vuelta, al que le quedó el tobillo así (gesto manual de qué suerte). Eso quedó descartado: no coinciden los puestos. Para colmo el infractor estaba jugando con zapatillas y no en patas, como todos los demás, porque tenía un problema en sus juanetes. Qué dolor.
6 EL PROFESOR PUNK
Este señor, que se monda discretamente, es una verdadera wikipedia humana y todos nosotros sus ignorantes alumnos. Conoce la totalidad de los temas, disipa todas las dudas, no hay ciencia que no domine. Puede disertar, en medio de un asado, sobre los orígenes del racismo, pero mejor avisá en tu casa que vas a llegar tarde porque sus conferencias suelen ser extensas. Qué sabio.
7 SIEMPRE FUIMOS COMPAÑEROS
Un integrante de nuestra delegación se encontró con un compañero del secundario que vive en Necochea y recordaron las viejas historias del barrio y sus habitantes (empate técnico entre vivos y muertos). Qué nostalgia.
8 DESPABILATE AMOR
Despertó a sus compañeros a las tres y media de la mañana, aullando como un suboficial del ejército argentino ¡arribacarreramarchtagarnasdemierda! Y cosas así de desopilantes. Ahora el chistoso duerme. Nadie se vengó de su broma graciosísima. Qué divertido.
9 DEL BRAZO Y POR LA CALLE
Este hombre de gafas y rapero gorro hacia atrás tiene una particularidad: cuando te habla te agarra del brazo y se aproxima a tu oído como si fuera a revelarte algo terrible, como una conspiración para matar a Dios, pero que no se entere nadie. Durante los partidos lo hace indistintamente con compañeros y rivales. Qué peculiar.
4 Comments:
que lindo grupo de varones!
fundamentalmente un maravilloso grupo humano
Yo conozco un muchacho como el de la foto 9. Debo confesar que me jode que me agarre del brazo y me susurre cosas al oído. Porque la verdad, es que nunca tiene un anuncio interesante ni desopilante. ES capaz de agarrarte, mirar a los costados y decirte en secreto "che, cómo llueve".
Me parece, querida streetcar, que hablamos de la misma persona. Si por lo menos dijera algo más o menos consistenteme bancaría que me agarre el brazo, pero ¡dice cada pelotudez!
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