COMPULSIÓN DE MI VIDA TAN VACÍA
Cada vez que veo por la televisión la propaganda de ese lápiz que cubre los rayones causados en los automóviles por los toques de otros automóviles, o bien, atentados con moneda, sean de nuestros enemigos o no, me sobreviene una inquietud que no calma la bebida ni las pastillas. No es en puridad un ataque de consumismo lo mío, es más bien un afán irresistible por anular esa mácula que insulta la belleza de mi moderno rodado y que no me deja descansar la mente como corresponde. Y que también me sume en la ansiedad, el sudor frío y los vómitos de bilis, aunque esto último no es tan frecuente. Sé que lo productos de las televentas pueden ser una engañifa o, redondamente, una estafa. Por eso es que no suelo correr hacia el teléfono como un poseso para adquirir uno. Eso revela que mi criterio aun se encuentra en buen estado, con pequeños detalles. Le pregunté a mi mujer si conocía a alguien que hubiese comprado el producto y que pudiera atestiguar sobre sus bondades. Me contestó que no. Pero a los tres días me dijo que se enteró que había una señora que vivía al lado del tío de doña Anunciación y que, según éste le había comentado, tenía uno de esos lápices mágicos cubre rayones..
-¿El tío de doña Anunciación? ¿Cuántos años tiene? ¿Ciento veinte?
-¿Importa eso? Me dijo la señora que el tío de doña Anunciación es un fanático de esos productos que salen en las televentas y que se compra todo, incluído el lápiz mágico que tapa los….
-¡Necesito la dirección!
Conseguidas que fueron las señas del tío de doña Anunciación me dirigí a su domicilio imaginando que me iba a encontrar con un viejo loco que tenía la casa llena de esas porquerías que te venden en la tele, el ochenta por ciento de las cuales no sirve para nada. Se verá que, en efecto, así fue.
El tío de doña Anunciación vivía en un pe ache ubicado en fondo de lote para lo cual era necesario atravesar un pasillo de casi cincuenta metros. Era la última vivienda del terreno. Al llegar allí observé que, en la puerta de entrada, había un timbre de esos que, con su sonido, además repelen plagas. Debajo del timbre había un cartel escrito a mano que decía Llame ya. Oprimí el Repelling Ring, que así se llamaba el timbre, y salió un hombre que rondaba los setenta años, figura razonablemente compuesta, vestido con un equipo de gimnasia y en el torso, debajo de la campera de jogging, se atisbaba una faja Molding Ultra Control. El hombre, mientras me saludaba, se colocó sobre la campera, a la altura de su abdomen, un estimulador muscular Abdotronic Max X34 cuyo cable estaba conectado a un alargador de considerable metraje. Eso le daba autonomía para desplazarse por su living mientras realizaba cualesquiera actividades que formaran parte de su rutina. Me invitó a sentarme y señaló un sillón que estaba detrás de un simulador de caminata con manija llamado Orbiwalking Platinum Feet. El sillón era de esos que vibran y te dan un suave y sensual masaje. Pero estaba desconectado El tío de doña Anunciación, por su parte, se sentó en un Power Gluttering, que vendría a ser una máquina que tiene una… bah. Muy dificil de describir pero sirve para tonificar los glúteos, creo. Vano producto en casa de un viejo, que suelen tener culos caídos e irrecuperables. Ya aposentados lo impuse de los motivos de mi visita: en primer lugar consultarle si era propietario de un lápiz borrador de rayones de autos y, en caso afirmativo, si éste era eficaz. El hombre se colocó unos anteojos Eagle Vission Super Eyes con Triple Filtro Bloqueador de protección de luz Tri-Filter Plus y se me quedó mirando unos segundos, como escrutándome.
-¿Usted se cree que todo lo que yo compro es útil, joven? Le comunico para su gobierno que la mayoría de lo que usted ve diseminado por este living no sirve para una mierda. Pero es este que le habla el que prueba una por una cada bazofia y el que se jode. En una palabra me hago cargo y me la banco, como dicen los purretes de ahora. Eso es un rasgo de coraje. Y no menor. No son baratos estos artículos, y que me perdonen los artículos. Si me venden un Sculptor Body Builder Sweet Massager y es del todo inútil porque no cumple con nada de lo que me prometieron, pues yo le pongo a don televentas la otra mejilla y me compro un Ultra Intense Lantern Light para ayudar a mi piel a recuperar su aspecto juvenil. Eso es de machos. Todo lo contrario a ir por la vida como un pusilánime averiguando si el lapicito de la garompa es bueno o malo. ¡Comprelo y bánquesela, caracho! Claro que lo tengo al Ultra Pen Car Protective Cheiping. Pero, por su bien, nunca le voy a decir si sirve o si no sirve. Cómprelo y averigüelo por las suyas. Ya me lo va a agradecer, mocito. Ahora discúlpeme pero tengo cosas que hacer.
Se volvió a colocar el cinturón estimulador, masajeador, cosquillín, ultra algo y se subió al Orbiwalking Platinum Feet. Me retiré abrumado, humillado y avergonzado. Me hizo sentir muy mal el tío de doña Anunciación, pero cuando salía de su pe ache alcancé a ver al lado de la puerta de entrada, unido a una piola y colgado junto a un anotador adosado a la pared, al super plus protective raying ultracare, o como corno se llame el lapicito. Saludé al tío y le di las gracias por el consejo.
Nota: El título de la presente entrada es la primera línea de la canción Compulsión, compuesta por Ricardo Soulé para su banda de rock y roll Vox Dei.
Cada vez que veo por la televisión la propaganda de ese lápiz que cubre los rayones causados en los automóviles por los toques de otros automóviles, o bien, atentados con moneda, sean de nuestros enemigos o no, me sobreviene una inquietud que no calma la bebida ni las pastillas. No es en puridad un ataque de consumismo lo mío, es más bien un afán irresistible por anular esa mácula que insulta la belleza de mi moderno rodado y que no me deja descansar la mente como corresponde. Y que también me sume en la ansiedad, el sudor frío y los vómitos de bilis, aunque esto último no es tan frecuente. Sé que lo productos de las televentas pueden ser una engañifa o, redondamente, una estafa. Por eso es que no suelo correr hacia el teléfono como un poseso para adquirir uno. Eso revela que mi criterio aun se encuentra en buen estado, con pequeños detalles. Le pregunté a mi mujer si conocía a alguien que hubiese comprado el producto y que pudiera atestiguar sobre sus bondades. Me contestó que no. Pero a los tres días me dijo que se enteró que había una señora que vivía al lado del tío de doña Anunciación y que, según éste le había comentado, tenía uno de esos lápices mágicos cubre rayones..
-¿El tío de doña Anunciación? ¿Cuántos años tiene? ¿Ciento veinte?
-¿Importa eso? Me dijo la señora que el tío de doña Anunciación es un fanático de esos productos que salen en las televentas y que se compra todo, incluído el lápiz mágico que tapa los….
-¡Necesito la dirección!
Conseguidas que fueron las señas del tío de doña Anunciación me dirigí a su domicilio imaginando que me iba a encontrar con un viejo loco que tenía la casa llena de esas porquerías que te venden en la tele, el ochenta por ciento de las cuales no sirve para nada. Se verá que, en efecto, así fue.
El tío de doña Anunciación vivía en un pe ache ubicado en fondo de lote para lo cual era necesario atravesar un pasillo de casi cincuenta metros. Era la última vivienda del terreno. Al llegar allí observé que, en la puerta de entrada, había un timbre de esos que, con su sonido, además repelen plagas. Debajo del timbre había un cartel escrito a mano que decía Llame ya. Oprimí el Repelling Ring, que así se llamaba el timbre, y salió un hombre que rondaba los setenta años, figura razonablemente compuesta, vestido con un equipo de gimnasia y en el torso, debajo de la campera de jogging, se atisbaba una faja Molding Ultra Control. El hombre, mientras me saludaba, se colocó sobre la campera, a la altura de su abdomen, un estimulador muscular Abdotronic Max X34 cuyo cable estaba conectado a un alargador de considerable metraje. Eso le daba autonomía para desplazarse por su living mientras realizaba cualesquiera actividades que formaran parte de su rutina. Me invitó a sentarme y señaló un sillón que estaba detrás de un simulador de caminata con manija llamado Orbiwalking Platinum Feet. El sillón era de esos que vibran y te dan un suave y sensual masaje. Pero estaba desconectado El tío de doña Anunciación, por su parte, se sentó en un Power Gluttering, que vendría a ser una máquina que tiene una… bah. Muy dificil de describir pero sirve para tonificar los glúteos, creo. Vano producto en casa de un viejo, que suelen tener culos caídos e irrecuperables. Ya aposentados lo impuse de los motivos de mi visita: en primer lugar consultarle si era propietario de un lápiz borrador de rayones de autos y, en caso afirmativo, si éste era eficaz. El hombre se colocó unos anteojos Eagle Vission Super Eyes con Triple Filtro Bloqueador de protección de luz Tri-Filter Plus y se me quedó mirando unos segundos, como escrutándome.
-¿Usted se cree que todo lo que yo compro es útil, joven? Le comunico para su gobierno que la mayoría de lo que usted ve diseminado por este living no sirve para una mierda. Pero es este que le habla el que prueba una por una cada bazofia y el que se jode. En una palabra me hago cargo y me la banco, como dicen los purretes de ahora. Eso es un rasgo de coraje. Y no menor. No son baratos estos artículos, y que me perdonen los artículos. Si me venden un Sculptor Body Builder Sweet Massager y es del todo inútil porque no cumple con nada de lo que me prometieron, pues yo le pongo a don televentas la otra mejilla y me compro un Ultra Intense Lantern Light para ayudar a mi piel a recuperar su aspecto juvenil. Eso es de machos. Todo lo contrario a ir por la vida como un pusilánime averiguando si el lapicito de la garompa es bueno o malo. ¡Comprelo y bánquesela, caracho! Claro que lo tengo al Ultra Pen Car Protective Cheiping. Pero, por su bien, nunca le voy a decir si sirve o si no sirve. Cómprelo y averigüelo por las suyas. Ya me lo va a agradecer, mocito. Ahora discúlpeme pero tengo cosas que hacer.
Se volvió a colocar el cinturón estimulador, masajeador, cosquillín, ultra algo y se subió al Orbiwalking Platinum Feet. Me retiré abrumado, humillado y avergonzado. Me hizo sentir muy mal el tío de doña Anunciación, pero cuando salía de su pe ache alcancé a ver al lado de la puerta de entrada, unido a una piola y colgado junto a un anotador adosado a la pared, al super plus protective raying ultracare, o como corno se llame el lapicito. Saludé al tío y le di las gracias por el consejo.
Nota: El título de la presente entrada es la primera línea de la canción Compulsión, compuesta por Ricardo Soulé para su banda de rock y roll Vox Dei.
8 Comments:
Aplaudo enfaticamente la posicion del tio de doña Anunciacion,cuyo nombre adjetiva la posicion fundamentalista del tio en cuestion.
En sentencias prostibularias se traduciria "Si queres tocar paga papito".o sea " capisce".
En otro orden si ud llega a probar el "Polibutadienus/Nitrilus flexible Elonger pennis" no dude en publicitar su eficiencia para beneplacito de la poblacion masculina y por añadidura femenina.
cordiales saludos emeceache
Así lo haré. Es más, tenemos que crear una red solidaria para informarnos mutuamente si los productos son buenos o truchos.
GUAPO, TE APORTO MI HUMILDE TEORÍA RESPECTO AL LÁPICITO EN CUESTIÓN: CREO QUE ES PORTADOR EN SUS ENTRAÑAS DE UN POTENTE ÁCIDO!!!!!!, QUE PERMITE CASI MILAGROSAMENTE ELIMINAR LOS RAYONES, DADO QUE EL ÁCIDO ABLANDA LA PINTURA DEL CONTORNO DEL RAYÓN Y CUBRE LA RAYA DE PINTURA FALTANTE, E AQUÍ QUE SIRVE PARA CUALQUIER COLOR........O SEA, PERO LA OTRA CARA ES QUE EL ÁCIDO ES MÁS NOCIVO, CORROCIVO O PERJUDICIAL QUE EL TRISTE Y POCO ATRACTIVO RAYON QUE ANTES FUERA, SI QUERES COMPRARLO, COMPRALO.-
Gracias por tu aporte. Tendré que empezar a querer al rayón, no hay otra.
la boutique del automóvil, 3 de febrero y ruta 8. Tiene el lápiz y le puede contar. chau
Gracias por el dato! Pero sospecho que, con ánimo de venta, me van a decir que son maravillosos.
"en puridad". Que hijo de puta...
La ultima vez (y quizas primera tambien) que lei/escuche la expresion fue en mi primer laburo cuando mi jefe era un boga relativamente joven pero decididamente "old school".
sabés que yo coleccciono este tipo de expresiones arcaicas. Esta creo que es de Perez Galdós.
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