HOMENAJE AL CHOLULISMO
Hace unos años afirmé desde esta misma tribuna de pensamiento que todos los argentinos somos cholulos y que el que esté libre de cholulismo que tire la primera Kodak. El término cholulo proviene de la historieta Cholula, loca por los astros cuyo autor era Toño Gallo y que aparecía en una famosa revista de espectáculos llamada Canal TV. Cholula era una chica que sentía una idolatría enfermiza y sin medida por los actores y las actrices (los astros en general). Dije en aquel momento, y lo reafirmo con serena firmeza, que los criollos tenemos mucho de cholulos y que lo único que nos diferencia es si esa característica nos parece vergonzante y la ocultamos o, por el contrario, la asumimos con dignidad y orgullo. Hay una minoría que denosta al cholulismo por mersa. Para estos discriminadores la mersada surgirá o no atendiendo a la categoría del astro con quien compartimos la foto. Si el personaje tiene glamour, es sofisticado o famoso en todo el mundo, la foto está re-cul, pero si saliste junto a Matías Alé sos un grasa del orto. A ésos les digo: ¡Naaa! Si sos cholulo, sos cholulo, poses junto a R. Fort o a V. Llosa. Ilustro estas reflexiones con una foto de mi sobrina Bianquita con G. Vilas, otra de la hija de mi amiga Leonor con Roger Waters, y una mía, hace unos pocos años, junto al gran El Indio Solari (el original, no el redondito).