SERVICIOS UTILES EN TORNO A LOS CONTROLES DE ALCOHOLEMIA

Pude en estos días observar el triste espectáculo de los borrachos a quienes se les quitaba el automóvil por no pasar el control de alcoholemia. Es muy penoso que te separen de la unidad que amas como a tí mismo. Un amigo inventó hace tiempo un adminículo para sortear la humillación que supone desprenderse del coche, verdadero pedazo de uno, y por fin ha conseguido quien le financiara el proyecto. El aparato en cuestión se llama ALCOMINGA, y es marca registrada. Básicamente consiste en una especie de pequeño fuelle, como esos que se utilizan para avivar el fuego, con su cuerpo interior hueco, que contiene oxígeno bueno. Al presionar el fuelle con las muelas, por su salidera cilíndrica egresa un aire impoluto que es el que analizará el aparato de la policía. El artículo se lleva en la guantera y cuando por el parabrisas el conductor bebido advierte que hay un operativo de control, abre la gaveta, extrae el ALCOMINGA (Marca Registrada) y se lo introduce prestamente dentro de la cavidad bucal. Cuando el funcionario policial te coloca el aparato que mide tu grado de beodez, tú ya has introducido previamente el tuyo y encastrarás disimuladamente el tubo del medidor policial en la punta cilíndrica de tu ALCOMINGA (trade mark), como se aprecia en el esquema -el original era por sistema a globo y el actual, que funciona a fuelle es el que finalmente se comercializará en las mejores casas-. Una vez unidos ambos extremos, con los dientes oprimirás el fuelle de tu ALCOMINGA que comenzará a largar un aire sano y limpiecito que habrá de transfundirse hacia el aparato del cobani, la pantalla de cristal líquido marcará cero grados de alcohol en sangre y te dejarán ir para que puedas seguir celebrando. Cuesta $ 40.-