UN TIRO PARA EL LADO DE LA JUSTICIA
El 24 de Abril del presente año relaté esta historia verídica cuyo desenlace quedaba pendiente. Hoy presento a la consideración del lector su continuación, atisbadora de un final que se adivina feliz.
Un joven veterinario alquiló una casa mediante el servicio de intermediación de EGBERTO GONCALVEZ propiedades. El precio de la locación se estableció en ochocientos cincuenta pesos mensuales. Al cabo de dos años, como lo establece la ley de alquileres en vigencia, el contrato se venció. La inmobiliaria EGBERTO GONCALVEZ propiedades, en adelante, la inmobiliaria, convocó al locatario para explicarle que el propietario del inmueble había decidido ponerlo en venta pero que no tenía inconvenientes en que el inquilino continuara en la ocupación de la casa, eso sí, mediante un ajuste en el arriendo mensual que en adelante sería de mil quinientos pesos, pero sin firmar contrato. El galeno de animalillos accedió sin pensarlo demasiado puesto que la oferta de inmuebles en alquiler estaba –y está- muy escasa y, tanto él como su familia, se encontraban adaptados en plenitud al hogar que los albergara durante un bienio. Transcurrido un mes del nuevo acuerdo de palabra el veterinario concurrió a pagar los mil quinientos pesos del primer arriendo, pero el dueño de la inmobiliaria (EGBERTO GONCALVEZ propiedades), mientras contaba los billetes, le comunicó que, como no se había suscripto contrato, tampoco era necesario extender recibo. El veterinario, más ingenuo que las mascotas que pasan por sus santas manos, aceptó la situación de hecho sin decir ni guau. Pasaron seis meses sin novedad hasta que un día el doctor de perros recibió una carta-documento del propietario que lo intimaba a pagar los alquileres atrasados ($ 9.000.-) con más intereses, multas y alguna otra cosilla que ahora se me escapa por la tangente.-¡Pero yo le pagué todos los alquileres a la inmobiliaria! –lloraba el veterinario mientras su mujer lo consolaba y también lloraba pero por dentro-.Una pena para el confiado veterinario que no existiese ningún documento que acreditara tal aserto, y nueve de los grandes para el bolsillo de EGBERTO GONCALVEZ propiedades, o más propiamente dicho, de EGBERTO GONCALVEZ.
(Continuará)
Un joven veterinario alquiló una casa mediante el servicio de intermediación de EGBERTO GONCALVEZ propiedades. El precio de la locación se estableció en ochocientos cincuenta pesos mensuales. Al cabo de dos años, como lo establece la ley de alquileres en vigencia, el contrato se venció. La inmobiliaria EGBERTO GONCALVEZ propiedades, en adelante, la inmobiliaria, convocó al locatario para explicarle que el propietario del inmueble había decidido ponerlo en venta pero que no tenía inconvenientes en que el inquilino continuara en la ocupación de la casa, eso sí, mediante un ajuste en el arriendo mensual que en adelante sería de mil quinientos pesos, pero sin firmar contrato. El galeno de animalillos accedió sin pensarlo demasiado puesto que la oferta de inmuebles en alquiler estaba –y está- muy escasa y, tanto él como su familia, se encontraban adaptados en plenitud al hogar que los albergara durante un bienio. Transcurrido un mes del nuevo acuerdo de palabra el veterinario concurrió a pagar los mil quinientos pesos del primer arriendo, pero el dueño de la inmobiliaria (EGBERTO GONCALVEZ propiedades), mientras contaba los billetes, le comunicó que, como no se había suscripto contrato, tampoco era necesario extender recibo. El veterinario, más ingenuo que las mascotas que pasan por sus santas manos, aceptó la situación de hecho sin decir ni guau. Pasaron seis meses sin novedad hasta que un día el doctor de perros recibió una carta-documento del propietario que lo intimaba a pagar los alquileres atrasados ($ 9.000.-) con más intereses, multas y alguna otra cosilla que ahora se me escapa por la tangente.-¡Pero yo le pagué todos los alquileres a la inmobiliaria! –lloraba el veterinario mientras su mujer lo consolaba y también lloraba pero por dentro-.Una pena para el confiado veterinario que no existiese ningún documento que acreditara tal aserto, y nueve de los grandes para el bolsillo de EGBERTO GONCALVEZ propiedades, o más propiamente dicho, de EGBERTO GONCALVEZ.
(Continuará)
CONTINUACION
El propietario demandó a su inquilino por los supuestos alquileres impagos. Como corolario de las circunstancias propias del procedimiento civil, demandante y demandado hubieron de encontrarse en la audiencia de mediación. Allí el veterinario le volvió a explicar al dueño su situación, que estaba tan clara que casi no eran necesarios los argumentos sino que bastaba con hurgar en sus ojos sinceros la fresca ingenuidad del digno sucesor de Noé. Porque, vamos, ¿Cómo es posible comprender que una persona que pagó puntual y escrupulosamente sus alquileres durante dos años haya decidido de un día para otro, y así porque sí, dejar de honrar sus obligaciones y someter a su familia al riesgo de ser lanzada a la ardiente calle? Actor y demandado se pusieron rápidamente de acuerdo cuando al unísono les germinó la íntima convicción de que la inmobiliaria era la única culpable del desapoderamiento del propietario, del horrísono pánico - y más tarde amargura- del inquilino y del fortalecimiento de la mala fama que tienen en general las oficinas de bienes raíces. Y decidieron demandar conjuntamente a Egberto Goncalvez, acción judicial ya iniciada y debidamente notificada.
Hermosa y prometedora continuación de esta historia real, muy a propósito para estos tiempos en que la cristiandad solicita una poca de esperanza. Qué mejor esperanza que saber que los ruines, tarde o temprano, la van a pagar.
Hermosa y prometedora continuación de esta historia real, muy a propósito para estos tiempos en que la cristiandad solicita una poca de esperanza. Qué mejor esperanza que saber que los ruines, tarde o temprano, la van a pagar.
7 Comments:
es verídica, y egberto es mas nor que eg?
dele, cuente, sea bueno...
si y si
"los ruines, tarde o temprano, la van a pagar."
Como Astiz?
ya lo estaba y lo seguirá pagando pero cuando Cristina se enoja me pongo chocho de la vida. Eso sí, cuando sobreactúa se me quita el chochismo.
jefe: para cuándo su propia inmobiliaria? Ya me veo los carteles JULIUS BROKER INMOBILIARIO VENDE(O ALQUILA,PRESTA O RESERVA)
Dijiste la palabra clave: RESERVA. La mayoría de las inmobiliarias (no me incluyo) viven de las reservas, se haga o no se haga la operación. Si te contara...
No,gracias,guardemos RESERVA o vamos a perder amigos, clientes, pacientes y compañeros para el fulbito.
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