viernes, noviembre 04, 2011

DEL CANCIONERO POPULAR:
Adiós Juventud.
Autor: Jaime Roos
Bella canción del gran cantor uruguayo. Escuchemos:
Adiós Juventud
No puedo esconder las canas
Adiós Juventud las ganas
de volver a salir…
Hay algunos muchachos que integran nuestro grupo de futbolistas veteranos que afortunadamente han podido esconder las canas merced a las excelentes tinturas que hay en el mercado. Lo que no hemos podido, ni querido, esconder son las ganas de volver a salir. Salir a los pueblos y ciudades para jugar al fútbol y fortalecer amistades contra equipos de personas de similar edad y demencia por el fútbol.
El cuerpo ya no responde, afirma Jaime en su preciosa balada. Igualito que lo que le pasa a los nuestros. El cuerpo que somos podría mirarse como una conjunción entre el capital y el trabajo. El capital vendría a ser nuestro cerebro y el trabajo, las patas. El futbolista veterano, cuando está adentro de un partido, primero concibe en su mente –el capital- la jugada: eludo al primero, cuando me sale el segundo le tiro un caño y ante la salida del golero se la pico y…
Pero las piernas -el trabajo- no responden. Las pobres están desde hace tiempo capacitadas apenas para caminar y cruzarse en elegante movimiento cuando estamos sentados. Son como el viejito que barre la fábrica a quien le dieron esa tarea para no tener que echarlo. Cosa que pretende ignorar nuestro cerebro que, aun joven (el capital no envejece), le ordena a las piernas acciones imposibles y éstas, claro, no responden (el cuerpo ya no responde, dice Jaime Roos que no me deja mentir). El cerebro, que se cree que es todavía el patrón de las piernas, les pide que le hagan la gamba: vamos, corran, gambeteen, hagan una marianela, una rabona. ¡Hagan un pase, aunque sea, mierda! Pero las piernas no pueden y le regalan la pelota al contrario. Así vienen los contragolpes, carajo.
Adiós juventud, adónde voy a ir si no estás, pregunta el artista oriental. Muchos, cuando el cuerpo ya no responde no se preguntan adónde van a ir, directamente enfilan para un centro de jubilados o a una plaza a jugar al ajedrez. O se quedan en el sillón del living, agarrados del mando a distancia, viendo todos los programas en formato de clip. Aquellos que queremos jugar al fútbol, aunque el cuerpo no nos responda, seguimos yendo igual a la cancha. Por ejemplo, uno de los muchachos uruguayos, hincha del Rampla Juniors para más datos, jugó el partido en Colonia del Sacramento con una fractura de coxis. Pero tomó la precaución de no caer de culo porque eso hubiese sido fatal. Para que después las esposas no digan que no nos cuidamos. Uno de nuestros jugadores tiene 72 años cumplidos y en los minutos que estuvo jugó con criterio y claridad. Somos aquellos a quienes el cuerpo ya no nos responde pero no nos preguntamos adónde ir.
La canción de Jaime prosigue diciendo: Parezco un Pierrot que triste quedó con el recuerdo de un disfraz que no sirve más.
Nuestro disfraz, la camiseta verde del club, esa casaca que nos tira un poco de sisa, sigue sirviendo. Todavía la usamos e incluso la sudamos (cuando sube la presión, sudás).
Adiós juventud, prometo volver entero, agrega el artista uruguayo. Bueno, entero, entero yo no diría. Algún raspón por aquí, un paralizante dolor de cintura por allá, esa rodilla fuera de servicio que obliga al dueño de la pierna a una renguera no tan cool como la del doctor House, uno de los nuestros salió con un ojo en compota, aquel oriental, por su condición de fumador, tiene menos pulmones que un pez. Pero quién te quita lo bailado. Es cierto que después del jolgorio vuelve el rigor. Pero precisamente Jaime, en su notable creación, recomienda cantarle al rigor un nuevo cuplé. El diccionario define al cuplé como canción corta y ligera. Qué mejor manera de dar amable finiquito a estas amenísimas crónicas que cantando un cuplé. Un cuplé simple y un poco estúpido que haga alusión al brillante empate agónico que obtuvimos ante los queridos charrúas cuando creían que el triunfo ya lo tenían en la bolsa. Comienza así: calentito los panchos, calentito los panchos*, qué le vamo a hacer, qué le vamo a hacer…

*en uruguayo pronúnciese frankfurters.

2 Comments:

Anonymous gjf said...

Tal cual!!

8:09 a. m.  
Blogger estejulioesuno said...

sabía que estarías de acuerdo.

9:29 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home

resumen de noticiasviajes y turismo
contador web