TERRIBLE

El presente título es sólo para despertar algún interés en el lector, consciente de que consagrar al jugador de oro del domingo tiene menos gancho que una campera con velcro... Pero antes…
El canal público transmite todos los partidos del campeonato pero no admite ni un avisito de chuenga ni antes ni durante ni después de la transmisión. Sólo se pasa publicidad oficial en la que se ponen de manifiesto los extraordinarios logros del Gobierno. Eso quiere decir redondamente que los seis mil millones que hay que pagarle a la AFA (Asociación del Fútbol Argentino) los estamos desembolsando nosotros, los del pueblo, en forma integral, un peso encima del otro, taca taca, sin dar posibilidad de que, siquiera con una miserable reclame de proveeduría deportiva, aguamar, o quien sea, algo de esas seis luquitas de palos la pongan las empresas a las que les interesa el país y ensucien la pantalla con esos zócalos que no nos dejan ver lo que pasa por el costado de la cancha que está justo debajo de su televisor, señora. Ahora sí, el jugador de oro del domigo… Pero antes…
En todos los partidos que transmite la televisión “pública” es absolutamente obligatorio, cuando se agrega tiempo adicional al reglamentario, decir TIEMPO RECUPERADO y no, repito, no, “tiempo de descuento” porque el periodista que lo dijese se ganaría una reprimenda al aire de Marcelo Araujo, que será el relator del pueblo pero no se priva de mandar en cana a sus compañeros cuando se “equivocan”. Yo pregunto ¿qué hay de malo con decir “tiempo de descuento”? ¿Es acaso una expresión de la dictadura, como la despreciable ley de radiodifusión? ¿Será una frase monopólica? ¿destituyente, tal vez? ¿es una expresión que está contra los derechos humanos? En cualquier caso, a éste que escribe esta dignísima bitácora nunca, repito, nunca lo escucharán decir “tiempo recuperado”, lo juro. Diré “tiempo de descuento”, “tiempo adicionado al reglamentario”, o “se te paró el reloj, sorete de luto hijo de una gran puta”, pero jamás, reitero, jamás TIEMPO RECUPERADO. Ahora sí: el jugador de oro del domingo. El jugador de oro del domingo es Carlos, a quien cariñosamente llaman “Carlitos”. Carlos convirtió el domingo 4 de Octubre de 2009 a las once y siete de la mañana un gol extraordinario, llevándose la pelota en base a quiebres de cintura, hasta quedar mano a mano con el golero y rematar al palo más alejado del mismo (del golero). Un golón. Casi quiebra con sus quiebres el propio salvavidas adiposo del defensor oponente. Es cierto que Carlos no tuvo una actuación descollante pero merece el galardón por este golazo, muy parecido al que hizo Achucarro el 3 de Octubre de 2009. Hasta ahora Carlos se destacaba liderando cómodamente la tabla de posiciones del campeonato de nerviosos, copa Sigmund Freud, pero ese gol permitirá que en el futuro también lo recordemos por lo bueno que tiene y no porque es un histérico, cabrón, boquiflojo. ¡Enhorabuena!