CONSIDERACIONES DE UN CIUDADANO SOBRE UN PROYECTO DE LEY QUE TIENE AL ARRIBA NERVIOSO*
En estos días me encuentro abocado a la lectura de la Propuesta de proyecto de ley de servicios de comunicación audiovisual que impulsa el gobierno de nuestro Prime Minister, dóctor N. Kirchner. Recién voy por el artículo 61 de un total de 148, densos y farragosos como el Finnegans Wake de James Joyce, pero ya se me han despertado algunas conclusiones que desearía compartir con mi público:
a) Lo que propugna el gobierno con el nuevo marco normativo es que haya más medios que hablen bien de él y de sus actos porque considera -con razón- que la opinión pública es tan estúpida que va a votar según lo que le digan los programas de televisión y radio, por ejemplo los del doctor Castro o el señor Tenembaun. Ojo, me refiero al periodista, no al campeón de Israel que competía en Titanes en el Ring en la categoría catch. Ocurre que hoy sólo se habla bien del gobierno en el programa de canal siete que conduce esta chica gordita de ojos lindos María Julia Oliván (PECTLD). Pero a ese programa lo ven muy pocas personas. Entonces se necesitan más medios oficiales o filooficiales, o cuyos dueños sean deudores o testaferros oficiales, para así tener más programas con Marías Julias Olivanes, Orlandos Barones, etcétera, que los vean unas cuantas personas más y luego voten al gobierno.
b) Se apruebe este proyecto puro y duro, o se lo apruebe con modificaciones o no se apruebe nunca en la vida, nada de ello hará que Tinelli deje de estar en la televisión y contra ello no hay solución, por ahora, de no ser la fatiga y la pudrición, aquellas que alguna vez terminaron con el reinado de Sofovich.
c) Es evidente, analizados meticulosamente estos sesenta y uno artículos, con sus respectivos incisos, que se trata de una ley anti Clarín. Néstor y Cristina han demonizado tanto al grupo Clarín que, cada mañana, cuando le compro el gran diario argentino a mi canillita amigo me persigno y pido perdón por mi pecado. ¡Como si estuviera comprando la revista El Descamisado!
d) El proyecto le otorga un preeminente lugar a los medios de comunicación comunales, como ser las radios de frecuencia modulada antes llamadas FM truchas. ¡Para qué! Digámoslo sin ambages: ¡Las efe eme barriales son todas una porquería! Cualquiera quiere jugar a ser locutor y hacer chistes internos. No quiero referirme a las producciones vecinales de cable porque hay gente que puede estar comiendo.
e) Se establece una cuota mínima de películas argentinas que deben ser pasadas obligatoriamente por los canales de televisión abierta o de cable. ¡Para qué! ¡Las películas argentinas son todas una porquería! ¿No basta con las maratones Sandro por Volver? El problema es que en este país cualquier pelandrún puede filmar gracias a los créditos que el instituto de cine otorga con el mero requisito de que luzcas raro.
f) Se establecerá un mínimo obligatorio de programas para niños ¡Para qué! Desde El Capitán Piluso –con la participación esencial de Coquito- que no hay un buen programa para el piberío. Los programas para niños son todos una porquería porque están conducidos por adultos que se hacen los niños. Y eso siempre ha sido penoso y patético, desde La Calesita de Tatín hasta nuestros días.
a) Lo que propugna el gobierno con el nuevo marco normativo es que haya más medios que hablen bien de él y de sus actos porque considera -con razón- que la opinión pública es tan estúpida que va a votar según lo que le digan los programas de televisión y radio, por ejemplo los del doctor Castro o el señor Tenembaun. Ojo, me refiero al periodista, no al campeón de Israel que competía en Titanes en el Ring en la categoría catch. Ocurre que hoy sólo se habla bien del gobierno en el programa de canal siete que conduce esta chica gordita de ojos lindos María Julia Oliván (PECTLD). Pero a ese programa lo ven muy pocas personas. Entonces se necesitan más medios oficiales o filooficiales, o cuyos dueños sean deudores o testaferros oficiales, para así tener más programas con Marías Julias Olivanes, Orlandos Barones, etcétera, que los vean unas cuantas personas más y luego voten al gobierno.
b) Se apruebe este proyecto puro y duro, o se lo apruebe con modificaciones o no se apruebe nunca en la vida, nada de ello hará que Tinelli deje de estar en la televisión y contra ello no hay solución, por ahora, de no ser la fatiga y la pudrición, aquellas que alguna vez terminaron con el reinado de Sofovich.
c) Es evidente, analizados meticulosamente estos sesenta y uno artículos, con sus respectivos incisos, que se trata de una ley anti Clarín. Néstor y Cristina han demonizado tanto al grupo Clarín que, cada mañana, cuando le compro el gran diario argentino a mi canillita amigo me persigno y pido perdón por mi pecado. ¡Como si estuviera comprando la revista El Descamisado!
d) El proyecto le otorga un preeminente lugar a los medios de comunicación comunales, como ser las radios de frecuencia modulada antes llamadas FM truchas. ¡Para qué! Digámoslo sin ambages: ¡Las efe eme barriales son todas una porquería! Cualquiera quiere jugar a ser locutor y hacer chistes internos. No quiero referirme a las producciones vecinales de cable porque hay gente que puede estar comiendo.
e) Se establece una cuota mínima de películas argentinas que deben ser pasadas obligatoriamente por los canales de televisión abierta o de cable. ¡Para qué! ¡Las películas argentinas son todas una porquería! ¿No basta con las maratones Sandro por Volver? El problema es que en este país cualquier pelandrún puede filmar gracias a los créditos que el instituto de cine otorga con el mero requisito de que luzcas raro.
f) Se establecerá un mínimo obligatorio de programas para niños ¡Para qué! Desde El Capitán Piluso –con la participación esencial de Coquito- que no hay un buen programa para el piberío. Los programas para niños son todos una porquería porque están conducidos por adultos que se hacen los niños. Y eso siempre ha sido penoso y patético, desde La Calesita de Tatín hasta nuestros días.
*La expresión "El arriba nervioso" la tomé prestada de un poema de Benedetti musicalizado por Los Olimareños llamado Cielo del 69.
3 Comments:
lamento informarle que la opinion publica no es tan idiota, es mucho mas que idiota.(yo diria pelotuda de mierda)
y el clarin se fue de mambo mal.
pero la sección deportiva es buena!
Si la nueva ley obliga a pasar las pruebas, la clasificación y las carreras de Formula Uno EN DIRECTO, yo la voto sin problemas.
Bueno no, mejor le incluyo una modificación: que sea también obligatorio pasar las carreras de motos y las de rally!
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