Los muchachos de la foto discuten acaloradamente por circunstancias propias del partido pero hace rato que no se llevan nada bien. Sin embargo sólo el joven de entradas prominentes recibirá puntos en esta nueva fecha por el campeonato de nerviosos, trofeo Sigmund Freud, y no por esta pelea sino por haber dicho a otro jugador, al menos en cuatro oportunidades, un feo sinónimo de excremento, que por buen gusto me reservo de precisar. Creo que se entiende, todos alguna vez hemos recurrido a ese mote para acusar a personas mal llevadas o que cometieron actos despreciables. Espetarle al prójimo ¡residuo del alimento que, después de hecha la digestión, despide el cuerpo por el ano! es lanzarle el último y más grave improperio en la escala mercalí de puteadas. Cuando a alguien le mentamos de esa guisa es porque al receptor de semejante agravio le falta solamente la tesis doctoral para recibirse de Satanás. No parece pertinente, en consecuencia, decirle ¡deposición! a nuestro rival sólo por el hecho de haberle pegado una patada a un compañero sin demasiada mala intención. ¿Qué nos quedaría, entonces, cuando nos hacen un feo de esos que no tienen perdón de Dios, como que nos estafen por dinero o nos roben la prienda, que es lo más sagrado (dinero y prienda)? Por todo lo expuesto, el muchacho de la calvicie incipiente, que vemos en la foto vestido con la casaca de la celeste, por gritarle un desagradable sinónimo de ¡deyección! a su ocasional rival cuatro (4) veces o más, se hace acreedor a dos puntos en la tabla de valores y se acerca peligrosamente a la punta de la demencia.
4 Comments:
justa la sanción, pero creo que el sancionado esta pasando una etapa de cambio hormonal prolongado, que cuando finalice volverá a ser divertido como era entonces....ojalá que asi sea !!!..
hago votos por ello
y el muchacho que quizo agredir, eh?
es una barbaridad, hay que matarlo
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