martes, diciembre 05, 2006

YENDO A LA MIERAD
Mi mujer “chatea” con nuestra hija que vive en España. En las Islas Canarias. Para ser más preciso, en una de ellas, la Gran Canaria (ver foto). Llego a mi casa y veo a mi muchacha en la pantalla del ordenador. Ella me ve pasar con mi portafolios y le dice a mi esposa que me llame, que me quiere saludar. Como no funciona el micrófono que tenemos para conversar oralmente, nuestro intercambio sólo será posible a través del teclado. Una charla por escrito exige cierta celeridad para que la comunicación no pierda frescura e interés. Pero yo, como partícipe de una generación moldeada en la exigencia, no me resigno a sacrificar pureza en el lenguaje y recurrir a abreviaturas o simbologías que desnaturalizan el idioma de Cervantes y tantos otros que le siguieron después. Quiero decir que nunca diré k, en lugar de que, o qué, y que, cuando escriba mal una palabra por culpa de la velocidad, señalaré inmediatamente la errata y la volveré a escribir correctamente. Además no me gusta “chatear” y hoy no estaba de humor porque el martillero Arizmendis, mi patrón, había tenido uno de esos días.
Sé, y me adelanto a reconocerlo, que no debería haberle preguntado a Juliana si vendría para las fiestas porque eso es un tema harto traumático. Es casi imposible que pueda y mi hija sufre por eso. Así me contestó:
JULIANA DICE:
Sabes k me haces mqal preguntandome eso porque los pasajes para esta eposca del ano cuestan ,muchísimois, y no tengo plata para pagara mil setecientos euros.}

Justifiqué mi pregunta alegando que su madre me había comentado que estaba trabajando bien…

JULIANA DICE:
Si pero todabia no aorre lo suficiente. No voy a poner todo o que ganehasta aohara para pagar un pasaje de avion.

Mi respuesta fue que todavía se escribe con ve corta, todavía. Eso me servía para ganar tiempo en bien del correcto escribir y también como recurso para pensar en réplicas que no la malquistaran. A medida que tecleaba yo la iba semblanteando y su rostro se nublaba. Siempre supe provocar tales fenómenos en su espíritu y su materia.

MARIANA DICE: (yo usaba la casilla de mi esposa, que se llama Mariana, por eso donde dice Mariana dice, debería leerse Julio dice)
Entonces no te va tan bien como dice tu mamá.

Ahora Julianita mostraba una carita descompuesta, me miró como no comprendiendo la razón del disparo de un comentario tan cruel y daba la impresión de que en cualquier momento se largaba a llorar.

JULIANA DICE:
Meva muyy bien y me va ir mejor

MARIANA DICE:
¿Y cuánto estás ganando ahora, chiquita, si se puede saber?

Juliana seguía escrutándome con desesperación, como si tuviese enfrente, bien que a 13.000 kilómetros de distancia, a un monstruo.

JULIANA DICE:
600 euris

MARIANA DICE:
¿Seiscientos euris? ¿Eso es mucho o poco?

JULIANA DICE:
EUROS¡¡¡¡¡

MARIANA DICE:
Ayer estaba leyendo en el diario que el ingreso per cápita promedio en España es de 22.000 euros anuales. Si vos ganás seiscientos euros, entonces tu ingreso anual es de siete mil doscientos euros. Avisale a tu patrón y decile que no sea negrero.

JULIANA DICE:
Vos sioempre minimiosaste todo lo mio, no cambias mas. Andate a la mierad

MARIANA DICE:
El que minimiza (con zeta) lo tuyo es tu patrón, Julianita.

La pantallita que mostraba su rostro lloroso se volvió negra. Si la comunicación hubiese sido telefónica tendría que decir que me cortó. Ha de estar muy enojada Julianita para mandarme a la mierad.
Me fui a cambiar a mi dormitorio y mi esposa me preguntó qué tal todo con nuestra hija.
-Bárbaro –le dije- manda besos para todos.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Ja, Ja, Ja, tal y cual. Desde la forma de escribir hasta la parada de la nena... Todo tal cual...
A veces, veo a mi novia hablar por mensaje de texto del celular con su hija de 12 años, mantener largas charlas -que no van precisamente a ningún lado- y que se mantienen en el tiempo y el cyber espacio por interminables minutos y, cuando trato de leer algo, no entiendo un pomo.
Por lo demás, es así... Lamentablemente muchos de los amigos/conocidos que se fueron a hacer "la uropa" no llegaron muy lejos, pero, decía mi abuelo "ser un ciudadano del mundo tiene su precio y su paga: desarraigo y libertad".
Otro viejo muy sabio y cascarrabias (el Viejo Breccia) decía que cuando uno se va a vivir al extranjero, nuestro equipaje llega "5 años después que uno mismo". Dale tiempo a tu nena y entendela, después de todo, Las Canarias están más cerca de París que Ciudadela. ¿No está mal, verdad?
Tenele paciencia que al final, le va a ir bien...

8:37 a. m.  

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