viernes, febrero 03, 2012

LA ENSOÑACIÓN DE VENANCIO

Ya lo tenés todo, cosita, qué necesidad de mover la cabecita a un lado y al otro, en sensual y voluptuoso gesto, si ya nos habías dejado colmados con tus primores. Tan sólo siendo y estando. Tus movimientos gimnásticos ya eran suficientes pero la profesora de yim te hace girar el cráneo a derecha e izquierda para no sé qué y con eso terminás de matarnos, mamacita...
-¿Qué aplaudís, Venancio?
-No estoy aplaudiendo, me sacudo la arena de las manos.
-Pero ese es movimiento de aplaudir. El de sacudirse la arena supone un contacto friccionado de ambas palmas mientras una sube y la otra desciende.
-Bueno, sí. Estaba aplaudiendo pero porque se perdió un nene.
-¿Y dónde está el nene?
-Bueno, esteee, precisamente, se perdió.
-¡Venancio…!

2 Comments:

Blogger Roedor said...

Parece un poco sobrealimentada, y posiblemente los pocitos de las nalgas esten disimulados por el shorcito de tela sintetica.

Pero igual, como decia un amigo, una siesta me le duermo.

10:57 a. m.  
Anonymous JULIO said...

Todo es posible pero el amor superó todo.

11:24 a. m.  

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