viernes, enero 27, 2012

DE QUÉ HABLO CUANDO HABLO DE CORRER
Correr. O running, que suena más cul. Se pronuncia ránin. Prefiero llamarle Correr. El único ránin que conozco es Rodolfo Ránin. Así que sigamos con Correr. Le he robado el título de este artículo al famoso escritor japonés Haruki Murakami. No he leído su libro De qué hablo cuando hablo de correr porque ya con Crónica del pájaro que da cuerda al mundo y Tokyo Blues me he dado una panzada de sushi y ahora quiero asado. Reconozco que los libritos de Murakami son entretenidos aunque un poquitín tramposos cuando buscan lo raro sólo para insertar, medio con fórceps, un suspense que te obliga a no largar el broli. Como la serie Lost. Prefiero La isla de Gilligan.. El escritor oriental, candidato el Nóbel. es un fanático de correr y escribió un libro sobre el tema que le dio muchos pesos. Se llama Correr. Yo salgo a correr y escribo un blog.. Todas las mañanas, pasadas las siete y media, me calzo las flecha, el rompevientos y salgo. Pero acá, en la playa que está junto al mar. En mi barrio suelo correr la coneja durante todo el año. Pero no es lo mismo. Aquí he tomado el hábito de salir a tragarme los vientos cuando el canto de los loros y los bichofeos comienzan a ponerme un pelín frenético. A esa hora la playa está desierta y solamente contaminada de basura. No tanto de humanos, que todavía duermen, a excepción de:
a) otros corredores
b) otras corredoras bonitas, que me pasan como alambre caído pero eso me permite apreciar sus culitos Takayama (o Murakami)
c) pescadores canosos que descansan de sus esposas remilhinchapelotas
d) muchachos que duermen en el gran hotel arena, tres estrellas de mar.
e) parejitas amorosas que vuelven del baile caminando románticamente, ellas con el calzado en la mano, gesto de inapreciable voluptuosidad
f) empleados de los paradores que barren la arena para que quede bien peinada
g) compradores del pescado que venden en las lanchas recién egresadas de mar adentro h) padres de bebés que no soportaron más el llanto de sus criaturas y se vieron obligados a comenzar el día al amanecer. Ahora empujan el cochecito y la bestia paró con sus bramidos
i) dueños de perritos que salen con un doble propósito: 1) pasear a sus amadas mascotas. 2) Disfrutar del necesario happy hour cotidiano de liberación de cuescos.
Y en medio de todos ellos yo corro y corro. Y cuando mi correr alcanza la perfección no siento cansancio ni falta de aire. En cambio, cuando tomo conciencia del correr, siento que podría morir sobre la arena con la cara apoyada arriba de una aguaviva. Allí necesito hacer un alto para recuperar el aliento. El aspecto meditativo del correr seguro que lo trata Murakami en su libro. Igual no pienso leerlo por ahora. Pero seguro que dice algo más o menos como que, cuando llegas a la suprema unión, el acto de correr no supone el más mínimo esfuerzo. Se corre solo. Mas cuando ello no ocurre, cuando pienso en la corredera, largo los bofes como para alimentar a toda la pandilla de don Gato. Pero mejoro cada día. Siempre desde el muelle de las elongaciones hasta el edificio donde está aquel departamento que alquilamos en 2009. Ni un paso más.

6 Comments:

Blogger La condesa sangrienta said...

Compré ese libro porque creí que Murakami hablaba de otra cosa cuando hablaba de correr pero... ¡habla de correr! y habla de sí mismo.
Estoy casi llegando a la meta (final del libro), de manera autómata, sólo por el hecho de decir 'llegué', pero me está costando y no ganaré ninguna medalla por eso.
Puede que a ud. le guste; a mí, que no corro ni el bondi, me está resultando una maratón interminable.
¿hasta cuando de vacaciones Yulai?
Un beso grande y siga disfrutando

7:16 p. m.  
Blogger estejulioesuno said...

Si me sale algo que estoy esperando me quedo a vivir. ¿Cuándo se sortea el quini? Un beso codesita!

8:46 a. m.  
Blogger Roedor said...

A mi correr me aburre mortalmente. Creo que Murakami tambien: en mi mesa de luz duerme indolente un ladrillo que me presto mi hermana hace como un mes y lo unico que hace ahi es juntar mugre, ni siquiera lo he abierto. Arriba de ese esta la Trilogia (en ingles) de David Lodge que espero no corra (jo, jo) la misma suerte. Por lo menos lo que lei de este mono es divertido.

Siga corriendo, julito, un par de culos, alguna zambullida, un tiburon amigo, en la playa siempre hay algo que vale la pena, no?

9:39 a. m.  
Blogger estejulioesuno said...

Correr es un embole. Y Murakami medio que también. Los culos, en cambio, son divinos.

4:55 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Es seguro que con su perfil de "wind hair runner" el observador de su pasar lo confundira con Forrest (si ese)
Espero que no le cuelgue un camaron de su bolsillo.
abrazo Emeceache

6:42 p. m.  
Anonymous julio said...

Marito! Te veo el domingo

9:13 p. m.  

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