viernes, septiembre 19, 2008



MI TÍO Y MI TÍA



Mi tío y mi tía llegaron a mi casa portando una gigantesca bolsa de golosinas que, no quiero exagerar, pero era de un tamaño similar a las que usa Santa para regalar en navidad a los chicos ricos que tienen tristeza. Había chocolates de la marca que me pidas, caramelos, chocolatines, bombones, pastillas renomé, creo que picanola también, que en el agujerito del medio tenía como una fibra de vidrio que te anestesiaba la lengua, unos chupetines de circunferencia asombrosa que, si los consumías solamente a fuerza de lengua -sin masticar- podías tranquilamente ingresar en el servicio militar obligatorio y todavía te quedaban chupadas. Había mantecol, no sé si había chicles porque, si te lo tragás, te morís y todavía nuestra infancia pelotudita no sabía mascar chewing gum. Todo era un regalo de mis tíos que llegaron a nuestra casa con aquella bolsa inolvidable y la dejaron sobre la cama de la habitación como al desgaire, del modo que tienen mis tíos de regalar, disimuladamente, sin hacer olas, como diciendo bueno no es para tanto. Había una golosina increíblemente exquisita que se llamaba Rellenita (dos capas de bizcochuelo y una de merengue chicloso en el medio. Dios estaba en el relleno, casi lo podría jurar.) En fin, convivía en esa bolsa milagrosa de los tíos noeles toda la gama de delicatessen infantiles que un niño feliz pueda soñar. Mi mamá supo dosificar la administración de aquellos manjares para que ni yo ni mis hermanos sucumbiéramos prematuramente de un colapso hepático grave. Pero lo que nos venía mejor que un puré de quaker y vitina –tanto al hígado como al alma- era el amor del tío y de la tía.

10 Comments:

Blogger ovalado said...

seguro que comieron todos los hermanos?

10:02 a. m.  
Blogger La condesa sangrienta said...

Cuando se me caía un diente, mi abuela ponía confites debajo de mi almohada, en vez de monedas.
Entiendo de qué habla.
Lindísimo (el post) (Bah...usté también ocpiamente)

10:02 a. m.  
Blogger estejulioesuno said...

Si, Bonito, el más chiquito, Alvarito, era el regalón de mi tía y el que más comió.

10:17 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Vengo a agradecerte tu cariñoso saludo en lo de Bonito, decirte que es recíproco y preguntarte si en la piñata había chupetines Tatín y Topolino, chocolatín Jack, Tutuka, Angelito negro , chicles yum yum y galletitas colegiales No es que yo sepa de qué se trata,eh? pero sé que eran las golosinas de mis primos, que son muy mayores que yo.....(cof, cof).
Un post muy dulce.

8:40 p. m.  
Blogger estejulioesuno said...

Tenemos que parar un poco con las golosinas que se viene el veranos

8:49 p. m.  
Blogger estejulioesuno said...

sin ese

8:50 p. m.  
Blogger edu, desde el barrio, said...

chucolas?

8:17 p. m.  
Blogger estejulioesuno said...

¡por supuesto!, los famosos caramelos de cocacola

11:43 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Caramelitos media hora, sugus, y galletitas merengadas, había? Son las que yó comía en el cole y en la clase porsupuesto.- En Europa no se consiguen, a ver si me llegan a vuelta de correo y con franqueo pago.-
Un beso
Anusky desde las Afortunadas.-

11:25 a. m.  
Blogger estejulioesuno said...

¡Cómo si "había"! Yo soy de la época de He-man

12:16 p. m.  

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