HOMENAJE AL FÚTBOL ARGENTINO
Qué suerte que se terminó el campeonato “del mundo”, quizás la paparrucha más grande “del mundo”. Todo concepto al que se le adosa “del mundo” me da desconfianza. En fin. El legítimo hombre de fútbol se harta bastante de los rituales que inventa la F.I.F.A. para darle al torneo “ecuménico” un tinte épico, heroico, magnificente. Pura representación de un acontecimiento magno que no es tal. El futbolero genuino espera con ansiedad el comienzo de nuestro campeonato de campos horribles y baños tóxicos y ha de alegrarse más si su equipo sale campeón que si la selección gana el campeonato “del mundo”. Esto se lo discuto a cualquiera, aunque no dudo que el hincha de verdad me dirá: es verdad, Juli, si me dan a elegir, yo prefiero que Atlanta ascienda. ¡Toda la vida! Argentina me la paso por las bolas con tal de que el bohemio salga campeón.
Comienza nuestro campeonato criollo y se acabaron las vuvuzelas, las mujeres viendo fútbol, las mujeres opinando, los hombres que nunca ven fútbol opinando, los planos de los técnicos haciendo el ridículo con sus ademanes de mico, comenzando por nuestro Dieguito, la ¡música! con cornos y pífanos cuando los equipos ingresan a la cancha, el referí sacando la pelota de un pedestal como si se estuviese apoderando mismamente de un objeto sagrado, acaso el santo grial, las declaraciones de Dieguito, los himnos nacionales. Y su patética secuela protagonizada por los tres chiflados (Grondona-Bilardo-Maradona. ¡Puro código!) En fin, nada de esto tiene la menor importancia para el hincha nacional porque la verdad siempre está en el verde césped, como decía el gran Angelito Labruna. Y en el verde césped “mundialista” estuvieron Demichelis, Gutierrez y Heinze. Triste trío. Es muy sencillo, si les ganamos a los griegos, a quién podemos gastar si no hay un mísero zorba en toda nuestra comarca. O a los nigerianos, o a los coreanos capitalistas, o a los hijos del Chapulín. A los nazis, no. A ésos no les pudimos ganar.
Foto: éste es el verdadero fútbol del pueblo: un jugador orina en el árbol antes del partido.
15 Comments:
toda la razón "del mundo".
Es como si lo hubiera escrito yo.
Fernando
cha si parecemos de la misma sangre, caracho
O a lo mejor, que fuimos al mismo colegio.
Fernando
y a la misma profesora de inglés
May be
Fernando
Es verdat. Si hablamos de fulbo, de lo único que se puede hablar es de Boca. O del "borracho" (las comillas no son casuales) que impidió que chiflaran a los tikitikis en mi barrio este domingo... Al Burrito le tendrían que dar una pensión vitalicia, aun hoy sacando las papas del fuego.
Veo el color verde de AFALP y me acuerdo de los madrugones domingueros de niño y de padre cuando iba a jugar al básquet en categoría mini, y cuando muchos años después llevaba a mi hijo por el mismo motivo.
de acá salió un Scola. Una verdadera scola de basquet
El Scola actual salió de Muni, quizás su padre estuvo ahí, pero no estoy seguro.
afalp
Mire usté de lo que uno se viene a enterar... Lástima que están lejos, pero si no le hacíamos desafío a los veteranos de AFALP.
Tenemos una división de veteranos de baloncesto. Manos con artritis, eso sí.
No, porque nosotros nos hidratamos en la fuente de Juvencia, julito... hagamé el favor.
Hablando en serio, yo sé que El Palomar (así a secas) tiene un equipo de veteranos de básquet, pero estoy 99,9% seguro de que no son AFALP, porque si no, lo diría en la casaca, y además usaban celeste, no ese verde y blanco balín.
los que yo digo se juntan los domingos pero en plan recreativo. No pertenecen a ninguna categoría ni nada. Gordos viejos jugando sus últimas fichitas hasta que llegue el infarto
yo jugue al basquet en ese prestigioso club.
y scolita como sus tios y padre jugaron ahi.
Publicar un comentario
<< Home