jueves, septiembre 16, 2010


Un viejo amigo me refiere el caso de un no menos viejo ni menos amigo, pero suyo de él, un señor muy conocido en nuestro barrio que tenía por actividad profesional confeccionar impresos y muchos de los formularios que necesita el estado para la consecución de sus fines, desde papel moneda, cheques, billetes de lotería, etcétera. El hombre, que comenzó con una humilde imprenta en un depósito sucio, bastión de la ciudad vieja, al cabo de un par de décadas consolidó una empresa ejemplar que le reportó sucesivamente millones de pesos moneda nacional, pesos ley 18.188, australes, patacones y, por añadidura, posición en la escala social. Eso sí, el amigo de mi viejo amigo hubo de trabajar día y noche con denuedo y poner en serio entredicho su salud debido a las escaramuzas de la lucha cotidiana. No es poca cosa lidiar con los obreros, con los pagos tarde y mal del gobierno, con la ineficacia, con la burocracia, con la inflación, la deflación, y muchos otros problemas que, lejos de suavizarse por efecto de la solidez de la compañía, se profundizaron a lo largo de los años, acompañando el deterioro general de nuestra querida republiqueta. Finalmente fue declarada la quiebra de la empresa por una deuda de casi trescientos millones de pesos con variedad de acreedores, entre los cuales está la popular afip. Parece mentira que a las personas que se quedaron en el país, me decía mi viejo amigo, y que trabajaron siempre de sol a sol, llueva o truene (le dejé pasar la contradicción: si hay sol es muy difícil que llueva o truene) , al final de sus vidas pujantes, se queden sin nada por culpa de los zarpazos de los gobiernos, del color que fueren. Al final, concluyó mi viejo amigo, la empresa besó la lona y cayó en bancarrota después de que mi pobre amigo no pudo poner más plata para levantar los muertos. Perdió todo. Muchos de los trabajadores, que lo acompañaron desde siempre en su epopeya calcográfica, se quedaron en la calle.
-El otro día fui a visitarlo al pobre –me dijo mi viejo amigo para terminar su pequeña cuanto sustanciosa historia, mientras apuraba un vaso de vino tinto totalmente prohibido por su médico y su esposa-.
-¿Vive por acá?
-¡No! Tiene un piso en Libertador que te caés de culo.
-¿Y cómo está?
-Y, ahí anda. Mañana se va tres meses a Europa a ver si se sacude un poco la amargura.

10 Comments:

Blogger edu, desde el barrio, said...

Qué quiere que le diga...los vaciamientos son causa de depresiones graves...POBRE HOMBRE...

12:26 p. m.  
Blogger estejulioesuno said...

te dejan vacío

12:28 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Con razon se ve tanto mameluco suelto en los vuelos a Europa,voto a Hugo!!!!!!!!emecehache

10:21 a. m.  
Blogger estejulioesuno said...

¿hugo, el lula argentino?

5:15 p. m.  
Blogger bonito lunch said...

el que hacia los billetes?

9:34 a. m.  
Blogger estejulioesuno said...

yes indeed

9:37 a. m.  
Blogger Roedor said...

Ese señor tenía (tiene, tendrá) más guita que la madonna...

Je. Igual algunos renglones después ya dio una pista.

Conozco la historia. El tipo es tan rápido que se ensarta a un avestruz a la carrera...

No sé si todo el mundo entendió la referencia a Jaime Roos. Pero lo que yo conocí distaba de ser eso que dice ahí.

3:21 p. m.  
Blogger estejulioesuno said...

aunque uno solo entienda mis chistes pelotudos,ya me doy por bien pagao. Incluiría a mis dos hermanos que son bastante listos también.
Y el personaje... si, si, si. La yogurtera es tuya.

5:13 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

respecto a su inquisitoria de quien es Hugo,la resuesta es Yes,el tiempo sera testigo,voto a Lorenzo!!!!emecehache

7:27 p. m.  
Blogger estejulioesuno said...

avisame con tiempo que me voy a vivir a extranjia

8:37 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home

resumen de noticiasviajes y turismo
contador web