lunes, agosto 11, 2008


SOBRE LA FOTOGRAFIA
En los lugares que visité en estas vacaciones todas las personas adultas tenían cámaras fotográficas -la mayoría digitales- y sacaban fotos de todo sin mirar ni menos apreciar la divinura del paisaje ni los movimientos de la naturaleza. Tengo un amigo que era de mucho viajar pero nunca llevaba cámara ni filmadora ni nada y jamás le quedaban registros de los países que pisaba. Cuando se le objetaba esa ausencia de álbumes, slides o videocasetes en sus anaqueles él alegaba que todo lo bello le quedaba grabado en sus retinas, que no necesitaba disponer de registros objetivos. Los excursionistas entre los que estuve durante los últimos días no parecían estar adscriptos a la filosofía espiritual y despojada de mi amigo, ascética diría si conociera en puridad su significado. Todos sacaban fotos y en sus rostros se veía la preocupación antes que el placer, la tribulación de captar el mejor ángulo, la mejor luz, el mejor fondo antes que el gozo de apreciar aquella flor, este pajarillo errante, aquesta montaña. Yo tenía mi cámara digital y también sacaba fotos y filmaba videos con mi teléfono celular, y si hubiese tenido una cámara súper ocho también la habría utilizado. Un cuaderno para dibujar o una pizarra con tizas multicolores no me hubiesen venido mal. Y siempre llevo una libretita para traducir en poemas todo aquello que halaga mi visión*.
Con todos mis colgajos captaba los paisajes pero también sacaba fotos de gente sacando fotos. He llegado a sacar una foto de un hombre que le sacaba una foto a una señora que le sacaba una foto a su marido. Es una imagen más larga que ancha. Las fotos con fondos de paisajes tienen la función de prueba documental para que el o la viajante acrediten que estuvieron en tal lugar y lo puedan testimoniar ante las brujas de la feria o los brujos de la oficina. Como dice la fallecida escritora Susan Sontag en su ensayo Sobre la fotografia (de quien hurté el título para la presente monografía): “Las fotografías son la prueba irrecusable de que se hizo la excursión, se cumplió el programa, se gozó del viaje”.
No otra razón –y esto lo digo yo- puede haber para justificar esa obstinación en sacarse fotos que tienen algunas personas que poco colaboran con el paisaje en orden a la estética y la armonía de sus formas.
Por último quiero referirme a la sonrisa en la foto. Alguien a quien conozco obligaba a su chiquillo a sonreír cuando estaba por sacarle una foto en algún paraje turístico y como el niño se negara o simplemente no pudiera porque no le nacía, el padre lo forzaba pegándole un cachetazo lo cual hacía más dificultosa para el futuro la posibilidad de la sonrisa. Nico hoy tiene 30 años y ya terminó su tratamiento psicológico.

*Tengo una poesía que dediqué hace tiempo a la laguna de Chascomús, en setenta y cinco versos de cuarteta asonantada, que está rebuena.

10 Comments:

Blogger La condesa sangrienta said...

Lo peor de todo es cuando regresan y nos obligan a mirar tooooodas las fotos.
Antes de la era digital, al menos era posible pasar por alto unas cuantas cuando el viajero se distraía o se levantaba a preparar café. Ahora te enchufan la laptop frente a los ojos y tenés que aguantar hasta el final!!
Es una lucha.
(se fue a Cataratas en micro? supongo que se habrá fotografiado las posaderas antes de partir, no?)

11:34 p. m.  
Blogger estejulioesuno said...

de dónde surge que me fui a las cataratas y en bus?

10:14 a. m.  
Blogger La condesa sangrienta said...

De la foto de este post y el comentario del anterior "viajando adentro de un transporte a motor durante hartas horas. Aquella cáscara metálica supuso una verdadera casilla rodante donde..."

11:43 a. m.  
Blogger La condesa sangrienta said...

Es más, Cataratas y Ruinas de San Ignacio!

11:45 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Confieso ser una adicta a la fotografía digital, siempre llevo mi cámara par tomar testimonio del universo que se nos ofrece a cada instante, no dudo en admirarlo placidamente. La tecnología está para servirse de ella y el universo también; con el debido respeto al medio ambiente en la medida de lo posible. Anusky desde Las Afortunadas

5:13 p. m.  
Blogger estejulioesuno said...

Esta condesa siempre tan lista. Deberías trabajar en inteligencia del estado. Bien!

5:29 p. m.  
Blogger estejulioesuno said...

Lo bien que hace doña Anusky, yo hago lo mismo pero también hay que tomarse un tiempo despojado de todo para estar atento a lo que la naturaleza nos dice.

5:31 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Esa obsesión de la imagen.
Hubieramos sido hechos ciegos y tomaríamos las fotos hacia adentro.

6:43 p. m.  
Blogger edu, desde el barrio, said...

Pol, aunque Ud. no lo cra, la verdadera fotografía es para dentro.
El resto es un simulacro, un sucedáneo, una farsa. (Hoy me sobraban palabras de la claringrilla).

2:41 p. m.  
Blogger estejulioesuno said...

que lindo disparador el mío (otra para la claringrilla: disparador)

4:51 p. m.  

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