Era la más linda de sexto grado, contando mi sexto y el otro. Mi sexto carecía de chicas lindas. Claudia estaba en el otro sexto. Fue mi primer amor. Apenas me miró una docena de veces en toda la primaria. Nunca hablamos. Jamás se enteró de que yo estaba enamorado de ella. En el otro sexto estaban las dos más lindas de toda la escuela, Claudia, la que yo amaba y Cristina. Pero Claudia aventajaba a Cristina en que tenía el pelo lacio. Además, la hermosura de Claudia era hierática. Las mujeres de hermosura hierática son más deseables porque parecen inalcanzables. Claudia tenía una economía de ademanes que no se quebrantaba ni aun en los momentos de expansión física como la rayuela, la cinta o la soga, tramos fundamentales de mi goce visual porque los guardapolvos cortos se desmadraban a cada brinco. Cuando terminamos la primaria dejé de verla. Sabía que se había mudado a la capital junto a sus padres y sus dos hermanas, preciosas como Claudia. Nunca más supe nada de ella hasta veinticuatro años después en que leí una noticia en el diario. Claudia formaba parte de una banda armada que irrumpió en un regimiento militar junto a su esposo, llamado Pancho, y otras treinta y ocho personas con el declarado propósito de detener un golpe de estado inminente patrocinado por un militar carapintada conjuntamente con un candidato a presidente. Claudia tenía una hija de cinco años que quedó huérfana. El intento de copamiento fue repelido por el ejército. Claudia y Pancho murieron. La foto del Clarín mostraba una masa sanguinolenta y negruzca cubierta por una remera y un vaquero teñidos de rojo de donde salían miembros descalabrados y porciones de órganos. Salvo el cabello lacio, aunque no lustroso ya que estaba cubierto de tierra, no la pude distinguir. ¿Esa era Claudia, mi belleza serena, distante, y suavemente agria? Era Claudia. Pancho nunca estuvo convencido de la acción militar pero Claudia casi que lo obligó. En sexto grado siempre me había parecido una “mandona”. Sus amigas solían caminar unos pasos detrás de ella.
Me costó quitarme de la cabeza esa última imagen de 1989.
Nunca más tuve otra información de ella hasta hace dos o tres días en que conocí un nuevo episodio de su vida ocurrido quince años después de la última vez que la ví en el acto de egreso de la primaria, cuando pasó delante de mí con su cabello brillante y perfumado, adornado con una cinta roja. Fue en 1980, cuando Enrique Haroldo Gorriarán Merlo dirigió un grupo armado que en Asunción del Paraguay asesinó con una bazuca al ex dictador nicaragüense Anastasio Somoza Debayle (Tachito) y a otras dos personas. Claudia, “tan querida por todos”, según el elogio del sacerdote Antonio Puigjané desde la cárcel, integraba ese comando. Su nombre de guerra era Susana.
17 Comments:
Estimado Sr. Estejulioesuno:
Me saco el sombrero ante esta tremenda pieza literaria.
Sobre todo, porque sé que es cierta.
Yo era novio de una de las dos hermanas (La mayor)
Un saludo
maravillosa juventud . en que estaban pensando .
Fernijul: lo sé, lo sé. Se llamaba Morena. Era bella también. Y la tercera hermana (Pinky) está desaparecida.
Bonito: se fueron de la 28 y se descarriaron.
muy bueno el relato. Por lo solemne, en la foto, es la primera de la izquierda de la fila de abajo?? y porque parece la más linda.
Macio:La foto es de mi sexto que tenía a todas las chicas feas. Claudia estaba en el otro sexto. Y lo que son las cosas, la chica por la que preguntás era una de las más fuleras del grado pero en la foto salió bastante decente.
je je je, cómo confunde el fotoshop.
repito, muy bueno el relato y cuántas historias similares habrá, no???
La historia de esas tres hermanas da como para un libro. La más linda de mi grado (por votación) era la de la derecha de la última gradería de arriba. Pero arrimaba un cinco con buena voluntad. No tenía nada que hacer al lado de Claudia.
Cual es usted en esa foto?
excelente pregunta
Creo que es el 1ro. de la izquierda de la 2da.fila, con corbata oscura y al lado de la niña fea. ¿tengo premio si acierto?
(Impresionante historia Yulai)
Para una excelente pregunta nada mejor que una excelente respuesta!
Condesa: ¿Cómo hiciste?
Luigi, en la pregunta de arriba está la respuesta.
vaya... era un tipo serio! o no le gustaban las fotos?
Siempre fui serio, tímido, apocado, pusilánime. Y las fotos no me gustan porque te chupan el alma. Un abrazo.
Ah, Julito... podría hacerme la interesante, mandarme la parte e inventarme poderes adivinatorios. La verdad es que el mérito le corresponde a Google y a su buena genética, porque está igualito pero sin bigote.
Le mando un abrazo
¡¡¡Cómo sabés que yo tengo bigote!!!
Ah, ya sé, la foto de la revista.
jajajajaj en las dos fotos está igual de lindo.
Abrazo.
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