sábado, junio 16, 2007




Novia de mi hijo esperando en la puerta de un bar a su novio.
Ferretería donde repusimos termo quebrado
VIAJANDO A URUGUAY
Ya estamos en la ruta hacia el Uruguay. Al final se nos acoplaron nuestro hijo Matías y su novia, que está terrible. Ni linda ni fuerte. Terrible. Pero la jovencita me tiene inquina y encono (pero ojo, no N’Kono el ex arquero de la selección camerunesa). Ella cree que yo tengo participación en los negocios de Arizmendis, mi patrón, que consisten en comprarle propiedades a precios ridículos a personas quebradas económicamente. Matías, mi muchacho, me asegura haber convencido a su prometida de mi inocencia, pero ella sigue mirándome de mal modo. Igual que su padre, que, a la sazón, es el testaferro que le firma por unos pocos pesos las compras y las ventas a Arizmendis. Martínez Aizpirtúa, que así se llama el que podría llegar a ser mi consuegro, también me odia, pero no me preocupa tanto porque el hombre se está volviendo cada día más loco, igual que Celeste. Ayer nos despidió recomendándole a su hija que viajara sin valijas porque tienda Los Gallegos tiene de todo.
Volviendo a la condición de tremenda hembra de la novia de mi hijo de tigre, mi esposa me advirtió que estaba exento de punición si me pillaba hasta un máximo de dos veces mirándole el culo y de tres mirándole las tetas. Finalmente negociamos a dos por cada una, de modo que puedo mirarle las tetas cuatro veces. No es que uno sea un degenerado que mira a su futura hija política, es la vista que se va sola. Los chicos nos acompañan hasta Montevideo porque Matías, que estudia cine, tiene que hacer un trabajo filmado sobre películas de carretera (road movies). En la capital del Uruguay se hospedará en la casa de unos amigos que viven en el cerro. Llegamos a Gualeguaychú con el termo roto y fuimos a una ferretería, que se llama Por Casualidad, a comprar uno nuevo. Mi hijo aprovechó para bajar a orinar y la novia lo acompañó. Me gasté una mirada de culo. En la ciudad entrerriana creí que me iba a encontrar con una ciudad ecológica, autos movidos a biocombustible, hombres que no fuman, sin hamburgueserías que contaminan el planeta de obesos y sin asados al mediodía puesto que, como se sabe, el carbón es culpable de las emisiones de dióxido de carbono que provocan el efecto invernadero. Pero no. ¡Mejor! Mejor que hoy estén poco ambientalistas así nos dejan atravesar la frontera.

5 Comments:

Blogger bonito lunch said...

lindo culo!

5:34 p. m.  
Blogger Roedor said...

Ni linda ni fuerte. Terrible.

Es una buena descripción, también aplicable al culo. He visto mejores, pero cada vez lo estoy odiando más, Julito, porque me está obligando a tratar de poner por escrito mi famosa y absolutamente ignota (y por lo tanto inservible) teoría de la "perfección de la imperfección".

Coming soon in a blog near you.

5:50 p. m.  
Blogger estejulioesuno said...

Mande la teoría con toda confianza. Me siento preparado intelectualmente porque leo la revista eñe.

10:02 a. m.  
Blogger La condesa sangrienta said...

Muchachos, están quedando como el culo con el hijo de Julio.

12:24 a. m.  
Blogger yo said...

Ja,no te podés poner ese pantalón joggin color claro sabiendo que te va a quedar terrrrriblemente maaaal

Nunca estuve en la situación de dudar de las intenciones de algún futuro suegro porque mi único novio "formal" no tenía padre.
Pero sí me pasó que me gustaba el de un chico que no me daba mucha bola. Pero el viejo (que no estaba nada mal, a pesar de ser viejo) me conocía y parecía tener mejor onda que el chico. Siempre me imaginé una venganza mortal, tener algo con el padre y que el pibe se enterara. Y eso que el tipo era la personificación de la moral, la familia y la religión. je je.

Obviamente nunca pasó nada y hoy en día pienso que ningún hijo lindito merece que haga tal sacrificio, je.

5:36 p. m.  

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