LA VIDA AVENTURERA DE PALITO MALVIDO

Estaba Palito Malvido solo en una mesa del buffet del club. Yo pasé por allí porque es la antesala del Salón de la Familia, lugar donde debía encontrarme con mis amigos y comer carne, de esto hará una semana. Palito estaba feteando un salamín y me invitó a que lo acompañara porque, según él, el salamín es como el porro, resulta muy triste consumirlo en soledad. Malvido tenía hasta hace pocos días un programa en la efe eme zonal, que se llamaba Reír hasta llorar. Pero le quitaron el espacio por un tonto e insignificante chiste (El programa de Rial tiene dos putos de rating). La señora de Tellería, dueña de la radio, adujo que la presión de la comisión de madres se le hizo insoportable. La comisión de madres es una entidad de Providencia que conserva principios antediluvianos acerca de la moral, buenas costumbres, cultura, educación y todos aquellos asuntos que, pasados por el tamiz de la hipocresía, no pasan de ser pepitas falsas, ésas que los antiguos buscadores llamaban oro de tontos. Imagínese qué tan rígidas son las normas de la comisión que, cuando recién se fundó, por iniciativa de una de sus integrantes, se le quitó el título original de liga a causa de sus reminiscencias lúbricas , muy poco a propósito para una institución de estas características. Palito Malvido, según el mito popular de Providencia, en la época del setenta trabajó como delincuente subversivo. Yo no tengo certezas. Solamente recuerdo que el muchacho solía usar camisas Ombú y pantalones vaqueros de marca nacional (Far West). Yo, que en esa época estaba en la facultad, sé lo que es ser definido ideológicamente en base a la conformación del atuendo. De suerte que si yo tenía puesto un jean Levis y me encontraba frente a un comunista, lo menos que me decían era cipayo o fiel representante de las derechas reaccionarias. Y si pretendía arrastrarle el ala a una chica que de la tendencia, bolche, o de cualesquiera otra de las mil formas en que se denominaba a los que tenían ideas disolventes, constituía una eficaz estrategia de entrada en confianza que me mostrara con el diario Tiempo Argentino y ¡nunca! Con La Prensa o La Nación. Malvido, durante diez años, figuró como ausente en el imaginario providencial. Como no se supo nada de él durante tanto tiempo se cree que estuvo preso o desaparecido. Volvió después de treinta años al país y a Providencia. Después se supo que durante una década trabajó en Brasil en cine publicitario y ganó mucha plata. Incluso llegó a casarse con la más famosa actriz brasileña de teleteatros, una que participó en la célebre novela de 1981 Baila Conmigo, (protagonizada por Tony Ramos, Natalia do Valle, Lidia Brondi, Raúl Cortez, Lilian Lemertz, Fernando Torres, Betty Faria, Reginaldo Faria, Tereza Rachel, Fernanda Montenegro, Carlos Zara, Claudio Cavalcanti, Christiane Torloni, Suzana Vieira, Otavio Augusto, Lauro Corona, Beth Goulart, Arlete Salles, Milton Goncalvez, Beatriz Lyra, Tereza Sodre, Carlos Gregorio, Miriam Pires, Gilberto Martinho, Monique Cury, Marcos Alvisi, Alcione Mazzeo, Claudia Costa, Jonas Melo, Suely Franco, Fabio Pillar, Leina Krespi, Marga Abi Ramia, Maria Helena Pader, Lady Francisco, Suzana Queiroz, Fernanda Torres, Narjara Turetta, Tony Ferreira, Maria Alves, Manoel Elisiario, Ana Maria Sagres, Ana Maria Martins, Monica Schimidt, Paulo Bacelar, Pedro Cassador, Rita, Chris Couto, Carlos Kroeber, Denise Dumont e Isolda entre otros). Qué vida intensa ha vivido este Palito, caramba. Ahora vive en Providencia y trata de recuperar a sus viejos amigos, muchos de los cuales están pelados. Lo encontré sentado a una mesa del buffet y me dio un poco de lástima así que me quedé con él comiendo salamin y dejando la parrillada en espera.
-Este pueblo de mierda sigue siendo tan pacato como siempre –me dijo mientras cortaba una loncha generosa del chacinado-. No cambió nada. Yo tenía un programa cómico de radio…
-Si, lo escuché un par de veces. Estaba divertido.
-Gracias. Traté de hacerlo parecido a La Revista Dislocada. Yo cuando era chico era el gracioso de la clase, siempre estaba pensando en hacer boludeces…
Eso yo lo sabía. Nunca fuimos compañeros con Palito, ni en la primaria ni en la secundaria. Apenas habremos coincidido en cientos de asaltos, o fuimos vecinos de mesa en el bar de Providencia. Pero él era el prototipo del ganador y eso lo hace memorable. Siempre el chiste oportuno, la palabra adecuada con las chicas, la manteada justa con los tontos. Iba a las fiestas ataviado con camisas color caqui y se la bancaba. Pero ojalá que hable de su pasado como combatiente o de su matrimonio con la extraordinaria actriz brasileña. Las historias de colegio son todas iguales y a esta altura de mi vida ya me tienen recontrapodrido.
-…Por eso me echaban de todos los colegios –continuó cuando yo acabé mi reflexión-. Estaba contentísimo con el programa. Y me escuchaban mucho… no quiero pecar de fanfa… está delicioso demais este salamín, me lo trajeron de Tandil. La semana pasada me pidieron acá que hiciera una tira humorística para la revista del club y les dibujé una que se llama Las aventuras del doctor Jack en Lost. Acá tengo un ejemplar, juná. El dibujo es una cagada… Es una sátira sobre la serie ésa del avión que se cae en la isla desierta…
-Si, no me la pierdo –le dije mientras observaba el dibujo que, en efecto, era malo-..
-Bueno, me publicaron esta viñeta y cayó otra vez la comisión de madres para quejarse ante las autoridades del club. Dicen que es una apología del onanismo y no se cuántas pelotudeces más. Me tienen harto. Este salamín es una gloria, es de carne y tocino y tiene un montón de especias como orégano, estragón, ají molido, romero… se le dice salamín tandilero, no tandilense, tandilenses son las personas que viven en Tandil…

(Podés tener una vida apasionante pero a cierta edad ineluctablemente te convertís en un tipo aburrido, estrecho de miras, de vuelo bajo. No hay escapatoria).

-…Y la carne con la que está hecho el embutido es de primera porque proviene de animales alimentados con pasturas naturales… Además…

Viñeta de Palito Malvido publicada en la revista del club AFAP