sábado, febrero 26, 2011


A MANERA DE BALANCE DEL VERANO 2011

Transportación, estado de las rutas, influencia del viaje en la alteración de un ánimo, de ordinario, calmo y estable: la ida al balneario de la costa atlántica nos insumió quince horas. Para mayores detalles, recomiendo la lectura, en este misma bitácora, del brillante relato titulado CÓMO PERDER UN DÍA CUANDO NO TE SOBRAN, del 19 de enero del corriente (año): PUNTO EN CONTRA.
Esperas en los lugares de expendio de comestibles: razonable, no más de diez minutos: PUNTO A FAVOR
Días de sol en relación a los días de mierda: superioridad amplia de los primeros: PUNTO A FAVOR
Estado de las relaciones con la compañera de la vida: pintiparado. PUNTO A FAVOR.
Visitas de familiares y amigos a nuestro modesto ranch: divertidas, relajadas y con cerveza. PUNTO A FAVOR.
Temperatura del mar: más cálida que en años anteriores gracias al calentamiento global: PUNTO A FAVOR.
Estado de los toilettes de nuestro ranch: duchas con buen caudal de agua y uno de los baños con bidet: PUNTO A FAVOR.
Estado de la plaza donde espero el ocaso mientras leo un libro: Limpia y olorosa a pinos aunque un cartel gigante, donde el gobierno nacional promete que será refaccionada, (es decir, será revestida de cemento) le agrega un grado indeseable de contaminación visual: PUNTO EN CONTRA.
Librería del balneario: Disminuyó la oferta de buenos títulos a la vez que se encarecieron los precios de las ofertas: PUNTO EN CONTRA.
Estado de las finanzas en relación al pago de los bienes y servicios (Que se traduce en la pregunta: ¿te alcanzó la guita?): Si, me alcanzó y hasta sobró como para, cuando volviéramos al hogar, poder comer hasta fin de mes (fideos) PUNTO A FAVOR.
Presencia de pensamientos turbios o negros, filtrados en períodos de meditación y/o contemplación: en mayor cantidad de la deseada: PUNTO EN CONTRA.
Presencia de pensamientos turbios o negros, filtrados en períodos de meditación o contemplación, en orden a la consideración del futuro nacional: en cantidad: PUNTO EN CONTRA.
Momentos de fiesta gastronómica: en variedad y cantidad: los asados de mi hermano; la pizza a la parrilla preparada en tándem por mi hermano y mi cuñada más pequeña; las empanadas de la empanadería: PUNTO A FAVOR.
Presencia de malestares, enfermedades, accidentes caseros o colitis: Nula. PUNTO A FAVOR.
Estado de salud de mi perrita viejita, la Loli: muy bueno salvo un vómito pequeño en el piso de cerámica. PUNTO A FAVOR.
Encuentros con conocidos o personas célebres: Uno que tiene un negocio de fotografía en la esquina de mi trabajo; El Chamaco Rodríguez, gran jugador de River Plate de la década del sesenta y setenta; y un médico cubano que se hace la víctima ante los medios porque no la dejan salir a su mamá de Cuba, y además su imagen da políticamente correcta (y muy querible porque es tartamudo, eso suma para la compasión), pero que en su vida profesional en nuestro país es tremendo cagador: PUNTO A FAVOR (No tanto por la presencia del Chamaco o el cubano, que me importa un ardite, sino más bien por la ausencia de encuentros con aquella rama de personas, que integran esa zona gris de los que no son amigos, apenas conocidos de saludo, pero que, interceptados en un lugar de veraneo, nos obligan al ¡hola! ¡Ustedes aquí, qué pequeño es el mundo! ¿Cómo andan? ¿Cuándo llegaron? ¿les tocaron lindos días? ¡Están negrísimos! y todo un muestrario de boludeces que sabemos aplicar cuando la ocasión lo amerita.)
Escucha de música a través de dispositivos con audio por penetración en orificios laterales del cráneo: muchos momentos de placer gracias al exquisito músico yanko-canadiense Rufus Wainwright: PUTO A FAVOR
RESULTADO FINAL: 11 a 5
Bueno, hasta aquí llegamos, lo cargamos a Rabbione y nos volvemos para casa.
Hasta la vista.

sábado, febrero 19, 2011


COSAS QUE SUCEDEN EN UN BALNEARIO
-Vieja, encontré trabajo.
-¡Qué bien, nene! ¿De qué?
-En el departamento de promociones de una empresa
-¡Excelente! ¿Empresa de qué?
-Espectáculos para niños.
-Qué alegría, nene. ¿Tenés que usar traje?
-No, me dan el uniforme.
-Mejor, nene, así no tenés que lavarlo y plancharlo. ¿Y la oficina es linda?
-Es pequeña, calurosa y carece de ventilación. Entro yo y nada más.
-Ay, nene, sacate una foto con el uniforme así me mandás de recuerdo.
-Ya me sacó fotos medio San Bernardo, vieja. Dejá.
-Ay, nene, no sabés lo orgullosa que estoy de que te ganes el pan con el sudor de tu frente.
-Me suda todo, vieja. La frente y todo lo que le sigue hasta abajo. Eso sí, es un laburo para el verano solamente.
-Ah, vendrías a ser como un trabajador golondrina, como quien dice.
-Un trabajador gata, más bien.
-Ojalá que sea un trabajo con responsabilidad como te merecés. Vos siempre tuviste una gran cabeza.
-Y no sabés lo que pesa, vieja.
-¿Y el patrón, te trata por tu nombre o por el apellido?
-Me llama Kitty.
-¿Y te saluda cuando te encuentra o es medio antipático?
-Es resimpático. Me dice todo el tiempo hello Kitty

miércoles, febrero 16, 2011


COSAS QUE SUCEDEN EN UNA PLAYA
LAS BICICLETAS SON PARA EL VERANO
Un puñado de seres humanos bicicletean al borde de la mar espumosa aprovechando la solidez de la arena en argamasa con el agua salífera. A algunos adultos se los ve inseguros, temblequeando en la bici como si estuviesen atravesando las cataratas del Niágara arriba de un cable. Me acordé del inolvidable clip del grupo inglés Queen donde unas chicas desnudas pedaleaban en sus bicis para la canción Bicycle race (Carrera de bicicleta). Pero en 1978, año en que salió la canción, había censura en nuestro país de modo que el célebre video se pudo ver poco y mal en nuestra tevé. Los que aparecen en la foto pedaleaban, yo diría, en tren de padre con hijo. Padre que durante el año, por sus ocupaciones, tiene poco hijo y necesita recuperar el hijismo perdido. De cualquier manera, en quince días es poco lo que podrá hacer en la desigual competencia contra la mejor amiga de la bestezuela, la play. Pero lo intentará aun a riesgo de pegarse un porrazo que le produzca fractura expuesta de dignidad. Pero nada se compara con la sensación que tendrá después el muchacho, sensación que se podría resumir en una breve frase: ¡qué ridículo!
Invité a mi esposa a que alquiláramos un par de bicis y nos lanzáramos a pedalear como ese ballet saludable de ciclistas que avanzaba trazando líneas paralelas sobre la arena y poniendo a prueba, sobre los duros sillines, su flexibilidad rectal:
-¿Querés ir a andar en bici? -le pregunté-.
-En todo caso a mí pedime un remis –me dijo por toda negativa-.

lunes, febrero 14, 2011


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COSAS QUE SUCEDEN EN UN BALNEARIO
Una vez salí con una chica que, además de estar muy bien, era demasiado visible por la ostentación de un cuerpo espectacular como el de las vedettes de la calle Corrientes. Lo cual me exponía a todo tipo de mensajes de los muchachos que pasaban en auto, taxi, camión o colectivo. Porque las cosas me las decían mayormente a mí, no a ella.
-¡Che cornudo, entregala!
-¡Flaco! ¡Invitame a que hagamos un menaje atrás!
Y cosas así.
Al hombre de la foto que paseaba por la calle principal de San Bernardo le decían cosas no muy distintas a las que me decían cuando noviaba con E.M.
El hombre mira apenas de costado. No hará ningún comentario. Sabe que hoy las mujeres no valorizan ni mucho ni poco esa “valentía” torpe de contestar al que dice guarangadas desde el auto, taxi, camión o colectivo. En mi época las chicas reclamaban un poco más de esa caballerosidad efectista del qué-te-pasa-vení-a-decírmelo-en-la-cara. Pero mi vedette de antaño estaba tan pero tan fuerte que, si decía eso cada vez que me tiraban alguna frase chusca los muchachos del auto, taxi, camión o colectivo, nunca podría reponerme de las tundas recibidas. La muchacha de San Bernardo ni siquiera le agarraba fuerte el brazo. Sabía que el petiso se quedaría en el molde ante las chanzas de la muchachada. Bastante tenía ya con sus bermudas.

viernes, febrero 11, 2011


COSAS QUE SUCEDEN EN UNA PLAYA
A la mañana tempranito llegan los pescadores con sus piezas recién extraídas del océano. Los integradores compulsivos de colas ya hacen fila para llevarse algún cadáver del animal que bucea. Le pregunto a mi señora, que lee un libro de Florencia Bonelli (ojo: Florencia, no Marcelo), repantigada en su tumbona:
-¿Quéres que compre algún pescadito fresco para “hacer” a la noche?
Sin levantar la vista de El cuarto arcano (primera parte) me contesta:
-Artículo 2 del código de vacaciones: “La cocina solamente se utilizará para calentar el agua del café, el té o el mate”.
En algún lado dejé un volante de mi rotisería de confianza donde publicitan filet de merluza con papas fritas a $ 50. Y no le voy a preguntar a mi chica qué dice el artículo 1.

jueves, febrero 10, 2011


COSAS QUE SUCEDEN EN UNA PLAYA
Cuando un hombre conoce a una dama la noche anterior, o un par de días atrás, y ella está más buena que un flan con dulcicrem, es muy posible que él deba estar muy atento al avance de sus protuberancias, que se hacen ostensibles al verla por primera vez en bikini.

sábado, febrero 05, 2011



La bella muchacha eligió la franja dura de la arena y con el hermano, o primo, o quizás, el hijo de la pareja de su madre, se puso a jugar a la pelota, o más precisamente aquella especialidad llamada fútbol-tenis en las que los jugadores, separados por una red, o en este caso por un surco trazado en la arena con la punta de una ojota, deben pasar la pelota al sector donde está el contrincante. Qué bien que jugaba la chica, qué gráciles eran sus movimientos, qué linda manera de correr en puntas de pie, que modo lúbrico de bajar la pelota con el pecho. El reglamento les permitía a los contendores tocar la pelota un mínimo de dos veces antes de pasarla al rectángulo opuesto. La preciosa damita acomodaba la bola entre sus pechitos de miel y, gracias al volumen generoso de ambos, el esférico se posaba cómodamente en dichas mamas por unos esplendorosos segundos para luego pegarle con la zurda (porque la belleza era zurda) Lindos momentos viví como espectador al costado del field. Cuando la chica ganó un punto con destreza primorosa me salió un espontáneo ¡bien! Y enseguida miré a ambos lados ante la vergüenza de haber sido escuchado por el público, los viandantes o los vendedores de licuados. Me sentí como Gene Wilder, el admirador de Kelly LeBrock en Una chica al rojo vivo, o como cuando Dirk Bogarde, el protagonista de Muerte en Venecia (que era mariquita, aunque se sobreentiende que el mariquitismo es una elección sexual tan noble como cualquier otra), sentado en su tumbona, contempla con tristeza y arrobo a su divino Tadzio. Además, la futbolista del amor le pegaba de taquito a las mil maravillas y cabeceaba con ambos parietales. Un encanto la mocosa.

miércoles, febrero 02, 2011


POSTALES DEL VERANO
En la imagen primera se aprecia cómo la madre intenta poner a su muchacho en posición vertical para que llegue a la playa caminando. El niño se niega y grita “¡quiero ir al departamento, no quiero ir a la playa, sí al departamento, no a la playa, al departamento, al departamento!” y se prende como agua viva de las extremidades inferiores de la señora para que no pueda avanzar. En la otra foto vemos a madre e hijo sentados en la arena, más serenos, compartiendo un momento único de contemplación marítima. ¿Qué le dijo la madre al hijo para convencerlo? ¿Le prometió un helado grande, horas extras en el local de jueguitos, o sencillamente lo amenazó con molerlo a palos si no iba con ella? Nunca lo sabremos. Por la ligera inclinación del cráneo del mocoso, se diría que mami le aplicó un tremendo viandazo en la cara y el chico intenta recuperarse ensayando movimientos circulares del cogote. O quizás el mandoble le rompió el cuello.
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